Una de las tendencias significativas que está cambiando el contexto de la sostenibilidad es la veloz transición de un escenario voluntario a uno mandatorio. Como ejemplo de este fenómeno se pueden mencionar las crecientes regulaciones tanto de la Unión Europea, Reino Unido y EE.UU. que están impactando significativamente no solo por el efecto dominó que se va generando en los marcos normativos de los otros países, sino por las implicancias que tiene para el acceso a los mercados y a las fuentes de financiación. Comprendiendo esta nueva dinámica, el sector productivo percibe que la sostenibilidad ya no es una libre elección de cada compañía, sino una respuesta imperativa a las cada vez más agudas exigencias de los stakeholders.
A medida que los inversores van alineando sus estrategias con esta tendencia, que empatiza con la mirada de ESG (factores ambientales, sociales y de gobierno corporativo, por sus siglas en inglés), reconociendo las ventajas a largo plazo en términos de compliance, acceso al capital y futuras demandas del mercado, las empresas profundizan sus inversiones de tiempo, recursos y liderazgos en la creación de valor sostenible. Sin embargo, estos movimientos acelerados de las compañías no siempre logran los resultados que responden a las expectativas de los grupos de interés.
Una fuente potencial de riesgo
En una reciente encuesta global a inversores institucionales realizada por EY, el 99 % de los inversores encuestados dicen utilizar las divulgaciones ESG de las empresas como parte de su toma de decisiones de inversión, incluido el 74 % que utiliza un enfoque riguroso y estructurado (en 2018 solo el 32 % lo utilizaba). En Argentina, la primera “Encuesta de Finanzas Sostenibles y Cambio Climático”, realizada a fines de 2022 por la Mesa Técnica de Finanzas Sostenibles, arrojó que el 65 % de las entidades releva- das en nuestro país considera que el cambio climático es una fuente potencial de riesgo para la estabilidad del sistema financiero. Por otra parte, en el estudio de EY antes mencionado, los profesionales consultados remarcan que hay una brecha entre la información que brindan las compañías acerca de sus estrategias para abordar la agenda ESG y lo que los distintos stakeholders quieren escuchar. Los reportes de ESG pueden ser la clave para transitar este camino, acortar brechas y lograr un mejor entendimiento entre las empresas y el sector financiero. Pero el solo acto de reportar, cada vez más utilizado por el sector productivo, no asegura los resultados esperados. Además, los líderes financieros señalan la necesidad de que las empresas ajusten sus estrategias para lograr una gestión que haga foco en los impactos relevantes, trabajando en la accountability y en la transparencia. El reporte, proceso clave para comunicar, debiera ser el resultado de este trabajo.
La construcción de la materialidad
El primer paso para revisar tiene que ver con la construcción de la materialidad. En otras palabras, cómo las entidades están comprendiendo los riesgos y oportunidades significativos que atraviesan o pueden atravesar sus organizaciones. Se espera que las empresas cuenten con información que les permita analizar los riesgos físicos y también los de transición, evaluar los distintos escenarios a los que se exponen y focalizar en ellos su gestión. El sector financiero reclama un profundo análisis y una robusta justificación de las decisiones que se toman en materia de agenda ESG.
El Barómetro Global de Riesgo Climático de EY 2022, un análisis exhaustivo de las divulgaciones realizadas por más de 1.500 empresas en 47 países encontró que “si bien más empresas están informando sobre el riesgo climático, no están proporcionando comentarios significativos sobre los desafíos que enfrentan. Por ejemplo, más de la mitad de las empresas encuestadas (51 %) aún no están realizando análisis de escenarios o no están revelando los resultados”. Este dato de alguna manera refleja la necesidad de los inversores de contar con mejores reportes climáticos. En materia de accountability, una efectiva gobernanza que involucre la supervisión del senior management y del directorio es fundamental para impulsar la sostenibilidad en el plano estratégico y también en el operativo. La gestión de la tensión entre las prioridades a corto y largo plazo es clave, y las empresas reconocen que el viaje de la gobernanza de la sostenibilidad tiene mucho camino por recorrer. Repensar los mecanismos de diálogo internos y los incentivos para promover las prácticas responsables en todas las áreas de la compañía puede aportar mucha potencia e integridad a la gestión. Por último, en la búsqueda de una mayor transparencia, los stakeholders piden que se divulguen criterios ESG más coherentes, comparables y fiables. Las empresas deben adelantarse a las regulaciones y mejorar la calidad de los datos ESG, utilizando estándares adecuados y asegurando la veracidad de la información que se brinda.
Por momentos concentrados en resolver los temas del corto plazo, la agenda global nos puede resultar lejana. Sin embargo, la velocidad y el impacto de los cambios que estamos viviendo nos obligan a encontrar nuevas respuestas. El período de ajuste será corto en relación con los desafíos que enfrentamos.
Una brecha a contemplar
Las empresas siguen invirtiendo más tiempo, recursos y esfuerzos de liderazgo en la sostenibilidad. Sin embargo, todavía existe una desconexión significativa entre las expectativas y los objetivos de las empresas y sus inversores en lo que respecta a los informes corporativos y de sostenibilidad, en particular, las divulgaciones de ESG que (junto con los estados financieros existentes) pueden ayudar a las empresas y sus partes interesadas a comunicarse y evaluar el desempeño frente a los riesgos y oportunidades estratégicos en múltiples dimensiones.
Esta desconexión podría potencialmente socavar el buen funcionamiento de los mercados de capitales, la batalla colectiva contra amenazas como el cambio climático, y la confianza necesaria entre una empresa y sus partes interesadas, incluidos clientes, empleados y comunidades. La EY Global Corporate Reporting and Institutional Investor Survey (Encuesta Global de Reportes Corporativos e Inversores Institucionales de EY) explora estos temas, basándose en una metodología que encuestó a 1.040 líderes financieros senior de las empresas que emiten informes y a 320 inversores institucionales como usuarios de esas divulgaciones.
Tensión entre el corto y el largo plazo
Tanto para las empresas como para los inversores, una visión a largo plazo es inseparable de las consideraciones de sostenibilidad. Sin embargo, cuando se trata de la compensación entre las ganancias a corto plazo y la creación de valor a largo plazo, existe una desconexión entre los inversores y los líderes financieros. Es mucho más probable que los inversores favorezcan decisiones que conduzcan a una creación de valor sostenible a largo plazo, incluso a expensas de un déficit de ganancias a corto plazo, pero los líderes financieros están mucho menos inclinados a hacer esa compensación. La investigación encontró específicamente que más de las tres cuartas partes de los inversores piensan que las empresas deberían hacer esta compensación, pero solo alrededor de la mitad de los líderes financieros están preparados para adoptar esta postura a largo plazo:
Más de las tres cuartas partes de los inversores encuestados (78 %) piensan que las empresas deberían realizar inversiones que aborden cuestiones ESG relevantes para su negocio, incluso si reducen las ganancias a corto plazo.
En contraste con la gran cantidad de inversionistas, solo el 55 % de los líderes financieros encuestados cree que su empresa debe abordar los problemas ESG relevantes para el negocio, incluso cuando el resultado es una reducción a corto plazo en el rendimiento financiero y la rentabilidad.
De la investigación surgen tres temas importantes para el futuro de los informes corporativos:
La desconexión entre las empresas y los inversores: existe una desconexión significativa entre las empresas y los inversores cuando se trata de mantener un enfoque en la creación de valor a largo plazo y el crecimiento sostenible, y evitar el pensamiento a corto plazo.
La importancia de los informes corporativos efectivos: los informes corporativos efectivos podrían ser claves para generar alineación y comprensión, pero los inversores dicen que las divulgaciones actuales de ESG no cumplen con sus requisitos y expectativas.
Comprender las expectativas: para cerrar esta brecha, la investigación sugiere que las empresas deben comprender mejor las expectativas de sostenibilidad de los inversores a largo plazo y ganarse su confianza definiendo la participación de la función financiera en las divulgaciones de ESG.