Hoy en día, tal como señala la especialista, el sector financiero tiene la capacidad y la responsabilidad de influir en el flujo del dinero para que éste sea más sostenible. En esa línea, desde la industria financiera hay dos aspectos que desempeñan un rol central. Por un lado las inversiones sostenibles (capital), que incorporan criterios de ESG, considerando, entre otros, la estrategia, la misión y la visión de una empresa. Y por otro lado, la financiación sostenible (deuda), que son fondos de inversión sostenibles, gubernamentales o privados, que utilizan criterios de ESG para evaluar las inversiones a realizar, principalmente a través de la medición de su impacto social.
En esa línea, Silvia Andrian agrega: "hoy en día hay entidades financieras que en sus planes estratégicos incluso han establecido tasas subvencionadas para préstamos a empresas sustentables o, por el contrario, penalidades a empresas que no tengan incorporados principios de sostenibilidad".
Desafíos y oportunidades
Resulta clave tener en cuenta que la incorporación del concepto de ESG a la estrategia corporativa permite evitar tres riesgos centrales para toda organización.
En principio, podemos mencionar el riesgo regulatorio que se da por incumplimientos tanto de regulación propia de la actividad como de otras entidades con las que se mantiene interacción. En segundo lugar, se presenta el riesgo operacional como consecuencia de poseer procesos ineficientes o no responder a los estándares que podrían requerir los principales grupos de interés de una empresa (proveedores o clientes).
Por último, existe un riesgo reputacional que las empresas pueden sufrir en caso de no cumplir con las métricas esperadas de ESG, o bien por no tener buenas prácticas para la medición de esas métricas lo que se traduce en reportes incompletos o no veraces y se conoce como greenwashing.
En ese sentido y a fines de abordar el tema de manera estratégica, los especialistas de EY destacan la importancia de involucrar a aquellos sectores de la organización y a los principales grupos de interés que forman parte de la cadena de valor, a fin formalizar un plan de gestión de riesgos que incorpore criterios de ESG de manera ética y responsable.
"Sabemos y estamos convencidos de que todas las industrias, en menor o mayor medida, están o estarán inmersas en esta nueva realidad en el corto plazo, y posiblemente muy influenciadas no solo por cuestiones de responsabilidad social o requerimientos particulares de reguladores, sino también por las finanzas corporativas", plantea Jordán Pinghelli.
"Desde el punto de vista de las oportunidades, creemos que es un momento único en donde las organizaciones que incorporen el concepto de ESG a su estrategia corporativa tienen una posibilidad única de fortalecer y afianzar la confianza de los distintos grupos de interés y, de esta manera, valorizar no solo la organización en el presente sino crear valor a largo plazo", concluye Silvia Andrian.