La retención de clientes (75 %) sigue siendo la principal razón para implementarlos, seguida de aumentar el margen del cliente (50 %) y mejorar la relación con los grupos objetivo (47 %).
Además, un 31 % de las empresas los considera una herramienta para atraer nuevos clientes, y un 44 % los utiliza para recopilar mejores datos, reflejando un enfoque en analítica y personalización. Esta evolución muestra que la lealtad ya no es solo una táctica comercial, sino un pilar estratégico de crecimiento y diferenciación.
¿Cómo invierten las empresas en sus programas de lealtad?
Para medir con precisión el impacto de los programas de lealtad, las empresas en Latinoamérica deben ampliar sus marcos de medición más allá de las métricas tradicionales, incorporando indicadores cualitativos como satisfacción del cliente, conexión emocional con la marca y recomendación activa. La analítica avanzada y la inteligencia artificial pueden revelar patrones que los enfoques convencionales no detectan, proporcionando una visión más completa del efecto de la lealtad en el comportamiento del consumidor y la percepción de la marca a lo largo del tiempo
Las empresas están priorizando la construcción de relaciones duraderas sobre los beneficios inmediatos. Mientras que el 61 % sigue enfocándose en la retención de clientes, el 52 % busca aumentar el valor del ciclo de vida del cliente, reflejando una visión más estratégica y sostenida. Además, mejorar la relación con los grupos objetivo (48 %) y recopilar mejores datos de los clientes (42 %) son prioridades clave, lo que indica que las marcas están invirtiendo en conocer mejor a sus clientes y ofrecerles experiencias más relevantes a lo largo del tiempo.
En contraste, solo el 30 % considera la adquisición de nuevos clientes como un objetivo principal, mostrando que el enfoque está evolucionando de la captación transaccional a la fidelización y al engagement continuo.