Aumento de las reservas para satisfacer la demanda
Durante la última década, las reservas globales de cobre aumentaron a una tasa de crecimiento anual compuesto (CAGR, por sus siglas en inglés) del 3,3%, en línea con el aumento del 3.7% en los presupuestos de exploración.3 El precio promedio entre 2010 y 2020 fue de 6.726 dólares por tonelada, más bajo que el rango de precios de incentivo habitual de 7.000 - 8.000 dólares por tonelada para el desarrollo de nuevos proyectos.
A pesar de los precios moderados, pocas empresas mineras importantes realizaron inversiones oportunas para aumentar las reservas y adquirir activos operativos de cobre con el fin de garantizar la sostenibilidad a largo plazo. En los últimos 10 años, los principales productores de este metal habían gastado 41 mil millones de dólares en adquisiciones y exploraciones para agregar alrededor de 168 millones de toneladas de cobre a la base de reserva general.4
La sólida demanda y la reciente tendencia alcista de los precios brindan una oportunidad a todas las empresas mineras para que realicen una exploración agresiva. En general, las iniciativas en el marco de la política de cambio climático, como la adopción de vehículos eléctricos, la generación de energías renovables y la infraestructura ecológica, mantendrán intacta la demanda de cobre, lo que obligará a los actores en ese mercado a aumentar las inversiones con el fin de mantener a sus clientes.
Cómo garantizar el uso de cobre subterráneo
La dificultad para encontrar nuevos depósitos se suma al desafío de la escasez de mineral, empujando a las empresas mineras a adoptar métodos económicos para maximizar la extracción de los depósitos de baja ley. El proceso de lixiviación ha ayudado a reducir los grados de corte; sin embargo, esto es beneficioso solo hasta cierto punto. Los desarrolladores de tecnología están recibiendo mucho más impulso de las compañías mineras para avanzar en el desarrollo y despliegue de herramientas de extracción de cobre a gran escala.
Con la disminución de las leyes, las empresas están invirtiendo cada vez más en minas subterráneas para aumentar la producción. Aunque el costo es más alto en este tipo de operaciones, ciertamente tienen un valor a largo plazo. Algunos de los principales actores en el mercado del cobre están apuntando proactivamente a estas reservas. Por ejemplo, Freeport Indonesia está trabajando para cambiar la minera Grasberg a una minería totalmente subterránea antes de 2022.5 Codelco también está trabajando para lograr la transición de una exploración a cielo abierto en Chuquicamata a una mina subterránea inaugurada en 2019, la cual se espera que produzca 320.000 toneladas de cobre por año para 2026 y extienda la vida útil de la mina en al menos 40 años.6
Enfoque en las iniciativas ESG
Es probable que la sostenibilidad de las operaciones se vuelva más prominente y adopte un mayor enfoque de los stakeholders en toda la cadena de valor. Los objetivos climáticos han obligado a los gobiernos de todas las regiones a intervenir y hacer cumplir las estrategias de reducción de carbono. Ahora los inversionistas están más interesados en mantener una cartera sostenible a través de inversiones basadas en los objetivos ESG, impulsando a las empresas a considerarlos.
Cómo reducir la intensidad energética y de emisiones
La industria del cobre sigue siendo un sector de altas emisiones, especialmente para las operaciones subterráneas. Las emisiones promedio de gases de efecto invernadero (GEI) de las operaciones subterráneas son de 3,5 toneladas de CO2 eq/t Cu, 50% más que las generadas por las operaciones a cielo abierto que emiten 2,3 toneladas de CO2 eq/t Cu.5 Incluso en estas últimas, las emisiones son más altas que las de sectores como el acero, con un promedio de 1,8 toneladas de CO2/t, lo que se suma a los desafíos para cumplir con los objetivos de sostenibilidad.8
Aunque las empresas mineras que explotan cobre pueden reducir las necesidades específicas de energía,con un promedio de 22 GJ/t Cu, las del cobre siguen siendo más altas que las de otros metales como el acero, con un promedio de 20 GJ/t. La disminución de calidad del mineral y la mayor complejidad en la extracción están aumentando la demanda general de energía, lo que obliga a buscar tecnologías más eficientes en esos términos.
Áreas para mejorar las métricas de sostenibilidad
Las empresas mineras del sector del cobre se están enfocando en múltiples áreas para mejorar los parámetros de sostenibilidad. Entre estos, el cambio climático, el desarrollo comunitario, la salud y la seguridad y la gestión de residuos y agua surgieron como áreas clave en las que han aumentado las inversiones de las empresas durante 2020.