Basilea: resiliencia y competitividad en la banca

Por Christian Concha, socio adjunto en Consultoría para la Industria Financiera de EY

Durante los últimos años la banca chilena ha evolucionado sustancialmente su estrategia, modelo de negocios, estructura de gobierno, procesos y tecnología. Gran parte de estos cambios han sido impulsados por la implementación de Basilea.

Basilea ha llevado a los bancos a adoptar estrategias y prácticas avanzadas de gestión del riesgo-retorno.

Producto de este conjunto de regulaciones internacionales, el sistema financiero local es resiliente con altos niveles de capitalización y colchones de liquidez suficientes, incluso en escenarios de estrés, según lo indicado por el Banco Central en su último Informe de Estabilidad Financiera (IEF). 

Así mismo, también influenciado por Basilea las entidades bancarias gestionan activamente sus indicadores de capitalización, concentración y descalce, además de los usuales eficiencia y provisiones. En efecto, este acuerdo regulatorio internacional está implicando cambios en el proceso de crédito; incluso en las mesas de dinero es clave.

El desafío para los bancos es avanzar hacia estrategias de optimización del capital y la liquidez, con foco en un modelo de negocio que rentabilice el riesgo asumido.

En este sentido, es fundamental avanzar hacia modelos internos para la gestión de riesgos y capital, comprender las ventajas del REDEC en la evaluación de clientes, evaluar las provisiones y requerimientos de capital de nuevos negocios, así como prepararse para las regulaciones como securitizaciones y Repos.

Basilea cambió las reglas del juego, proporcionando resiliencia al sistema y generando oportunidades en el entorno competitivo.