Cuando los competidores se vuelven aliados, ¿son las empresas las que prosperan?
Vea cómo las firmas de contabilidad rivales se unieron en un tiempo récord para ayudar a las empresas que enfrentan la adversidad.
La pandemia de COVID-19 puso patas arriba muchas economías. En Canadá, tuvo un profundo impacto. Hay 1,2 millones de pequeñas empresas (menos de 99 empleados) en Canadá, lo que equivale al 98% de todas las empresas propiedad de los empleados en el país. Cuando comenzó la pandemia, más de la mitad de estos negocios experimentaron una caída significativa en sus ingresos. Se estimó que hasta el 33% de estas empresas se quedarían sin dinero en el plazo de un mes, y un 25% adicional necesitaría asistencia financiera en el plazo de dos meses.
Para ayudar a compensar la carga financiera que supusieron estas empresas, los gobiernos federales y provinciales canadienses establecieron rápidamente programas de apoyo, incluidos subsidios salariales, asistencia para alquileres, préstamos especiales por intereses y programas de ayuda para emergencias. Si bien estos programas se diseñaron para ayudar a las empresas canadienses a sobrevivir a los impactos económicos de COVID-19, navegar por estos programas era un desafío. Los propietarios de empresas lucharon por comprender los criterios de calificación y los procesos de solicitud de cada programa. Para complicar aún más la situación, muchas de estas pequeñas empresas no tenían contadores dedicados en el personal para ofrecer orientación.
A medida que el Gobierno Federal y la Cámara de Comercio de Canadá escucharon estas frustraciones, supieron que debían actuar rápidamente para ofrecer un puente informativo para cerrar la brecha entre los programas de apoyo Federal y Provincial y las pequeñas empresas a las que se les asignan las mejores opciones para satisfacer sus necesidades.