Hoy en día, el uso de la IA se concentra en ciertas áreas clave. Es mayor en la experiencia del cliente (CX, por sus siglas en inglés), con 31 % que utiliza la IA para acceder a la atención al cliente, y en aplicaciones personales como la traducción de contenidos (29 %). Sin embargo, incluso en los sectores en los que la adopción de la IA es menor —como la energía o los servicios financieros—, el AI Sentiment Index muestra que la gente está abierta a que la IA desempeñe un papel.
Es probable que muchos ya estén utilizando servicios o experiencias impulsados por la IA, pero sin darse cuenta. Como señala Sameer Gupta, EY North America Financial Services Organization Advanced Analytics Leader: "Es alentador que la investigación muestre que la gente se siente muy cómoda con que las instituciones financieras utilicen la IA para protegerse contra el fraude. Pero dado que pocos encuestados parecen ser conscientes de hasta qué punto la IA está integrada en los procesos de prevención del fraude, existe una oportunidad para que las instituciones financieras eduquen mejor a los clientes sobre cómo se despliega ya la IA en su beneficio".
Algunas de las aplicaciones más prometedoras de la IA validadas por nuestro estudio coinciden con áreas en las que las empresas están desarrollando activamente soluciones. Estas incluyen:
- Medios de comunicación y entretenimiento: recomendaciones personalizadas de contenidos
- Tecnología: gestión de dispositivos inteligentes
- Retail: acceso a la asistencia al cliente
- Salud: diagnóstico de los síntomas
- Servicios financieros: bienestar financiero impulsado por la IA
A la hora de desarrollar estas soluciones, es valioso tener en cuenta esta conclusión de nuestro estudio: La agencia es tan importante como la privacidad. La gente se siente más cómoda con la IA en aplicaciones de supervisión y prevención, y desconfía cuando la IA maneja datos personales o toma decisiones en su nombre. Por ejemplo, están tranquilos con la supervisión mediante IA que mantiene al día el mantenimiento de un vehículo o evita los robos en las tiendas, pero se sienten muy incómodos con la supervisión mediante IA que intenta mejorar las experiencias de compra o recomendar formas de hacer que los empleados sean más eficientes. Solo cuatro de cada 10 personas se sienten cómodas con el uso de la IA para supervisar la eficiencia de los empleados, analizar currículos para la contratación o evaluar el rendimiento de los empleados. Incluso las generaciones más jóvenes —que tienden a sentirse más cómodas con la IA en general— siguen teniendo dudas cuando se trata del papel de la IA en la toma de decisiones en el lugar de trabajo.
La apertura a la IA disminuye aún más cuando la tecnología se utiliza para tomar decisiones que normalmente tomarían los humanos. Mientras que un 60 % se siente cómodo con que la IA prevenga la delincuencia, solo el 45 % se siente cómodo con que la IA tome decisiones jurídicas. En atención sanitaria, 57 % apoya que la IA prediga problemas de salud, pero solo 37 % confía en la IA como médico.
El malestar se refiere al papel que desempeñan las personas en los sistemas impulsados por la IA, no a la tecnología en sí. El miedo no es tanto a que la IA sustituya a las personas, sino a que la IA disminuya el valor de que las personas piensen de forma crítica, tomen decisiones y tengan autonomía. Por eso, salvar la brecha de adopción requiere no solo avances tecnológicos, sino un enfoque matizado que alinee la evolución de la IA con las preocupaciones y expectativas humanas reales. También requiere un cambio de mentalidad: no "¿cómo convencemos a la gente para que utilice la IA?", sino "¿cómo creamos las condiciones para que la gente quiera utilizar la IA?".
"Cerrar la brecha de adopción de la IA requiere algo más que tecnología avanzada: exige que los líderes construyan una confianza genuina y creen oportunidades significativas para el compromiso humano", afirma Matt Barrington, EY Americas Chief Technology Officer. "A medida que surgen los agentes de la IA, el éxito de su adopción depende de cómo se capacite a las personas para que adopten la IA con confianza y la integren en sus vidas y en su trabajo de forma que les resulte intuitiva y valiosa".