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Por qué la divulgación pública exigirá una atención renovada a la información país por país

La divulgación pública de los datos fiscales país por país plantea nuevas preocupaciones a las multinacionales afectadas.


En resumen

  • Las multinacionales se preparan para una nueva era de transparencia fiscal con la obligatoriedad de los CbCR públicos en la UE y Australia.
  • Los CbCR públicos plantean el riesgo de que el público malinterprete gravemente los datos, pero puede considerarse una forma de poner de relieve la ciudadanía corporativa.

Ahora que la presentación pública de informes país por país (CbCR, por sus siglas en inglés) se está convirtiendo en una realidad en muchas jurisdicciones, es más importante que nunca que las empresas estén preparadas para proporcionar el contexto de la información de sus informes a la luz de una amplia audiencia.

Se exigirá a las empresas afectadas que hagan públicos sus ingresos, los impuestos sobre la renta pagados y otra información a nivel nacional. Un informe estandarizado con esta información puede no ofrecer a los lectores ocasionales una imagen clara de las actividades de las empresas.

Con la divulgación pública que pone estos datos a disposición de las partes interesadas, los competidores y la comunidad en general, es importante considerar cómo el CbCR público se alinea con la estrategia corporativa general de una empresa, la política medioambiental, social y de gobernanza (ESG, por sus siglas en inglés) y las expectativas de los stakeholder.

Un informe originalmente destinado solo a los gobiernos

Desde 2016, las mayores multinacionales del mundo están obligadas a proporcionar información fiscal país por país a las administraciones tributarias de un número cada vez mayor de jurisdicciones de todo el mundo. El CbCR fue desarrollado por la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económico (OCDE) como parte de la Acción 13 del proyecto original de Erosión de la Base y Traslado de Beneficios (BEPS, por sus siglas en inglés). Su objetivo es proporcionar a las autoridades fiscales más información sobre las huellas geográficas de las empresas mundiales. Es importante destacar que los datos, muchos de los cuales pueden ser sensibles desde el punto de vista comercial, están sujetos a las obligaciones de las autoridades fiscales de proteger la confidencialidad de la información de los contribuyentes.

Sin embargo, la UE está a punto de aumentar significativamente la transparencia fiscal obligando a las multinacionales a publicar los datos de sus CbCR en virtud de la EU Public CbCR Directive. La Directiva se aplica tanto a las empresas multinacionales (EMN) radicadas en la UE como a las no radicadas en la UE que desarrollen su actividad en la UE y tengan unos ingresos consolidados globales superiores a 750 millones de euros. Las empresas multinacionales deben revelar públicamente los impuestos sobre la renta pagados y otra información relacionada con los impuestos, como un desglose de los beneficios, ingresos y empleados por país para los 27 Estados miembros de la UE y todas las jurisdicciones catalogadas como jurisdicciones no cooperativas a efectos fiscales. La Directiva se aplica a los ejercicios financieros que comiencen a partir del 22 de junio de 2024 y, por lo general, los informes deben presentarse 12 meses después de la fecha del balance del ejercicio financiero correspondiente.

Dado que cada Estado miembro de la UE debe transponer la Directiva a la legislación local, existen algunas desviaciones en las normas tal y como se han adoptado finalmente. Rumanía y Croacia optaron por aplicar las normas antes, aplicándolas a los ejercicios financieros que comiencen a partir del 1 de enero de 2023 y del 1 de enero de 2024, respectivamente. Los Estados miembros también pueden exigir una publicación más temprana del informe, como han hecho Hungría y España.

Las empresas multinacionales con sede en la UE están obligadas a seguir las normas de su país de origen debido a las diferencias legislativas entre las normas de los Estados miembros. Sin embargo, para los grupos con sede fuera de la UE, el cumplimiento de la EU CbCR Directive supone un reto adicional debido a las diferencias legislativas entre jurisdicciones. Los grupos con sede fuera de la UE deben cumplir las normas de cada jurisdicción en la que tengan una filial, y no solo las de su jurisdicción de origen. 

Australia promulgó una ley que impondría un requisito similar de divulgación pública, que se aplicaría a los periodos de información que comiencen a partir del 1 de julio de 2024. El requisito propuesto se aplicaría a los grupos de empresas multinacionales con unos ingresos consolidados globales de al menos 1.000 millones de dólares australianos, que tengan un residente australiano o un miembro con establecimiento permanente y al menos 10 millones de dólares australianos de volumen de negocios de origen australiano incluidos en el volumen de negocios global del grupo. Otras jurisdicciones también podrían proponer CbCR públicos obligatorios.

EU Public Country-by-Country Reporting (PCbCR) Developments Tracker

El EU PCbCR Developments Tracker ofrece una visión general de la Directiva y de cómo la está aplicando cada Estado miembro de la UE y cada país del Espacio Económico Europeo.

La importancia del contexto del CbCR

Los nuevos requisitos de divulgación pública plantean nuevas consideraciones para las empresas afectadas. Según una encuesta realizada por EY a 1.000 profesionales de los precios de transferencia, 96 % afirman que será necesario un trabajo adicional "algo" o "sustancial" para preparar la divulgación pública de los informes. 

 

Muchas multinacionales ya habían empezado a publicar voluntariamente datos fiscales, incluida información sobre su estrategia fiscal. Esto puede contribuir a una percepción positiva de las partes interesadas en torno a la marca, la ciudadanía corporativa y la transparencia, lo que en última instancia puede traducirse en valor para los accionistas.

 

Sin embargo, uno de los mayores riesgos asociados a hacer públicos los informes CbC es el posible daño a la reputación debido a una mala interpretación o tergiversación de los datos que divulgan. Mientras que las autoridades fiscales —los destinatarios originales de los CbCR— tienen los conocimientos técnicos para analizar los datos, es menos probable que los profesionales no fiscales comprendan plenamente los matices y el contexto inherentes a dicha información.  

 

Marlies De Ruiter, EY Global International Tax Services Policy Leader, dirigió la División de Tratados Fiscales, Precios de Transferencia y Transacciones Financieras de la OCDE y fue la responsable de desarrollar el régimen CbCR de la Acción 13 de la organización hace más de una década.

 

"En aquel momento fue una decisión consciente compartir la información fiscal solo entre gobiernos", afirma. "Eso se debe a que las cifras de los informes fiscales por sí solas no siempre cuentan la historia completa. Por ejemplo, las cifras pueden mostrar un tipo impositivo efectivo bajo, pero no explican por qué. Eso puede deberse a la compensación de pérdidas, a la depreciación acelerada o a los incentivos fiscales utilizados por los gobiernos para promover objetivos de política pública. Las cifras por sí solas no lo explican".

 

Aruna Kalyanam, EY Global Tax Policy Leader, aconseja a las multinacionales que consideren cómo proporcionar el contexto necesario para que un público más amplio comprenda los datos de CbCR que se hacen públicos. Dice: "Para muchas empresas, será absolutamente fundamental proporcionar una narrativa explicativa que cuente su historia. Por sí sola, la información compleja del CbCR puede malinterpretarse fácilmente".

 

Ronald van den Brekel, EY Global Transfer Pricing Market and Innovation Leader, está de acuerdo en que la mala interpretación del CbCR es un riesgo real. "Las multinacionales se enfrentan al riesgo de que el público se limite a comparar su número de empleados, sus márgenes de beneficios y sus contribuciones fiscales, malinterprete estos datos y sospeche que las empresas pagan menos impuestos. Sin embargo, los cálculos fiscales son mucho más complejos que esto", afirma van den Brekel.

 

Por ejemplo, los sectores con márgenes elevados suelen tener una cadena de valor rica en propiedad intelectual, y es probable que paguen más impuestos allí donde se encuentra su propiedad intelectual, se realizan inversiones de capital y se asume un riesgo comercial importante.

 

"Las empresas suelen estar en el punto de mira porque generan mayores márgenes, y pueden estar sujetas a más preguntas sobre dónde acaba este beneficio residual", afirma.

 

Optimizar el proceso público de CbCR

La forma más eficaz de dar forma a esta narrativa de apoyo variará de una organización a otra y debe considerarse junto con otras declaraciones e informes públicos, incluidos los realizados desde otras partes de la empresa.

 

"Es importante disponer de un proceso para recopilar y organizar toda la información pertinente, además de los estados financieros auditados. Lo que se publique podría crear controversias fiscales y las empresas deben estar preparadas para explicar cómo encaja la información", afirma Luis Coronado, EY Global Tax Controversy Leader. Dichos procesos también son clave para evitar cualquier omisión involuntaria de datos o la presentación tardía de los mismos, lo que podría acarrear sanciones y controversias fiscales adicionales.

 

Además, las empresas deben considerar cómo encaja la información divulgada públicamente con la información declarada a las autoridades fiscales en las declaraciones de impuestos y otros documentos. Esto se debe a que las autoridades fiscales examinarán la nueva información pública junto con la que reciben directamente.

 

"Para reducir el potencial de controversia, es importante anticiparse a las preguntas que puedan surgir y tomar medidas para abordarlas con antelación", afirma Coronado.

 

La propiedad y la gestión del CbCR público dentro de una empresa requiere una clara delimitación y coordinación entre las diferentes funciones. Los esfuerzos de coordinación eficaces deben implicar a los equipos fiscales, así como a los informáticos, jurídicos, de información financiera y de relaciones públicas. Angus subraya que este proceso debe ser colaborativo.

 

"La función fiscal debe estar muy implicada, pero el CbCR público debe ser un esfuerzo de colaboración de toda la organización, sobre todo para garantizar que la información fiscal conecte con la historia más amplia que la empresa está contando y contribuya a una narrativa coherente", afirma Angus. 

 

Buenas prácticas que deben tenerse en cuenta

Poner estos informes técnicos en contexto para el consumo público tendrá sus desafíos. Para ayudar a optimizar sus procesos en esta nueva era de CbCR públicos, las multinacionales afectadas deberían considerar: 

  • Crear un proceso de CbCR adaptado a cada jurisdicción en la que se vaya a presentar un informe público, ya que existen diferencias en los requisitos de las distintas jurisdicciones. Los procesos de información pública obligatoria deben ser principalmente plantillas, que cubran las divulgaciones habituales. Cualquier información adicional puede recopilarse caso por caso, año por año, para dar contexto a las excepciones y anomalías fiscales a medida que surjan.
  • Socializar un plan con las principales stakeholders internos: los líderes fiscales, jurídicos y de relaciones públicas, así como el equipo de sostenibilidad y otros miembros de la C-suite, todos pueden ofrecer su visión. Establecer un equipo de respuesta para responder a las preguntas posteriores a la publicación.
  • Determinar cómo cualquier revelación pública relacionada con los impuestos se alinea con los objetivos de transparencia más amplios de la organización.
  • Supervisar cómo sigue evolucionando el panorama de la CbCR pública en todo el mundo. Estar preparado para actualizar los procesos internos a fin de adaptarse a los futuros cambios que se produzcan en la UE y en otros lugares.

Es fundamental optimizar los procesos internos de CbCR para garantizar el cumplimiento de los nuevos requisitos de información pública. Sin embargo, para muchas multinacionales, la verdadera marca del éxito será la fuerza de la narrativa que respalde las revelaciones y la facilidad de interpretación por parte de la amplia gama de diferentes stakeholders.

Resumen

Las multinacionales que optimicen sus procesos internos de CbCR para incluir la colaboración de toda la empresa podrán crear una narrativa que respalde y explique los complejos datos de CbCR al amplio abanico de stakeholders.

Las empresas pueden plantearse ir más allá de los nuevos requisitos de información y contribuir a objetivos corporativos más amplios en torno a la transparencia y el compromiso de stakeholders externos. 

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