Boletín de prensa

30 jul. 2020 Buenos Aires, AR

La transformación es una necesidad en este contexto económico

El contexto actual obliga a las empresas a innovar y definir cambios en su estrategia o modelos de negocio. La búsqueda de economías de opción será necesaria en el escenario pospandemia para evaluar la incidencia tributaria del nuevo escenario.

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Ricardo Furman

Director de Relaciones Institucionales, EY Argentina.

Posee más de 40 años de experiencia en distintas posiciones de la línea y áreas de servicios al cliente. Le gusta estar en familia y viajar. Sus hobbies son las artes marciales, los comics y el surf.

Colaboradores

Ámbito Financiero | Por Sergio Caveggia, Socio del departamento de Impuestos y Transacciones

La economía en general y las empresas privadas en particular se encuentran sometidas a un grado de presión pocas veces experimentado. Salvo excepciones, muchos sectores y rubros de la economía deben reinventarse para poder subsistir y encarar el escenario futuro pospandemia. La innovación en el negocio ya no es una práctica deseable de desarrollar sino, por el contrario, es una necesidad. Los expertos hablan de innovar en los márgenes del negocio para habituarse al fracaso controlado que necesariamente deberá experimentarse.

Se manifiesta a diario, en los medios y redes sociales, la magnitud de los cambios que ya están sucediendo y que, seguramente, modificarán hábitos y costumbres de la población. Los cambios no sólo involucran los formatos de consumo sino también el modo en que muchos negocios producen y generan valor agregado. En consecuencia, estamos ante un punto de inflexión que interpela y emparenta a la oferta y a la demanda de bienes y servicios. Aquellos que tomen el liderazgo en transformación ante la disrupción de su propio mercado, se constituirán eventualmente en los ganadores. Por el contrario, aquellos que no inviertan sus energías y recursos en observar y luego innovar en su modelo de negocio, probablemente comiencen a diluirse en su sector.

La agilidad y resiliencia se constituyen en valores esenciales en estos momentos. El tiempo es escaso y los embates, fuertes al mismo tiempo.

Ante este escenario, escasean los recursos y es necesario generar nuevas ideas o invertir en diseñar y definir cambios estratégicos sin, probablemente, una red de contención o plan alternativo. En este contexto el factor tributario es también central a la hora del diseño de una nueva estrategia o plan de negocios. Sobre los aspectos disruptivos ya descriptos, se adiciona la variable fiscal que, en nuestro país, no debe ser soslayada o minimizada. Actualmente existe la posibilidad cierta de una moratoria o amnistía tributaria, la aprobación de las modificaciones y puesta en marcha de la nueva legislación que promueve la economía del conocimiento y, como si el escenario no fuera ya complejo, se estudian cambios en el sistema tributario en forma holística. El árbol de decisión que se debe plantear, entonces, en estas circunstancias es por demás complejo. Sobre todo, porque no sólo se están precipitando modificaciones a los cimientos de la estrategia del negocio, sino que, dichos cambios estratégicos, vienen inmersos en un contexto tributario de alta incertidumbre y volatilidad.

Los libros de texto enseñan a modelar escenarios económicos y tributarios y a sensibilizar las distintas variables asociadas, que permitan, en definitiva, extraer conclusiones relevantes. La cantidad de variables que inciden en estos momentos en los cambios que se prevén, deben ordenarse y ponderarse de modo de extraer conclusiones y definir los cursos de acción apropiados. Si pretendemos ordenar los factores que inciden en la toma de decisiones, debemos advertir, en primera instancia, que el concepto fiscal sigue al negocio. Si se pretende modificar el tratamiento tributario de determinado hecho imponible muniéndolo de características que no se condicen con la sustancia o realidad económica del nuevo negocio o transacción en cuestión, probablemente, la estructura pueda ser cuestionada por el fisco. En definitiva, la búsqueda de atajos fiscales, puede generar consecuencias más gravosas que el beneficio que se intentó obtener en primera instancia. Es probable, no obstante, que determinado cambio a un modelo de negocios, no sea viable económicamente porque el costo tributario lo torna ineficiente. Es una realidad que la acumulación descoordinada de tributos federales y locales sobre una determinada cadena de valor puede fácilmente tornar no competitiva una alternativa de negocios.

Ante estas situaciones, la revisión del factor fiscal debe encararse hacia economías de opción que permitan, sin alterar la sustancia del negocio, obtener la mayor eficiencia posible en materia tributaria. Hoy, más que nunca en el pasado reciente, se deben estudiar alternativas tributarias que permitan el funcionamiento adecuado de nuevos modelos de negocio tanto en materia de impuestos directos como indirectos. Y, asimismo, construir escenarios alternativos de las consecuencias que eventualmente puedan generar las modificaciones de nuevas normas o legislación tributaria.

No debemos olvidar que la búsqueda de la eficiencia fiscal de un negocio no constituye un ilícito. Nuestro más alto tribunal a tutelado en antiguos precedentes este derecho del contribuyente expresando que “…no es reprensible el esfuerzo honesto del contribuyente para limitar sus impuestos al mínimo legal…”.