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¿Cómo pueden las empresas de telecomunicaciones navegar por un mundo de riesgos en constante evolución?

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A medida que los riesgos a los que se enfrentan los proveedores de telecomunicaciones siguen evolucionando y ampliándose, aquí presentamos nuestra lista de los 10 principales riesgos a los que se enfrentarán en 2026.


En resumen
  • Los riesgos relacionados con la transformación tecnológica, el rendimiento de las redes, la geopolítica y las necesidades cambiantes de los clientes han elevado la agenda de amenazas de las empresas de telecomunicaciones en el último año.
  • Si bien las fricciones geopolíticas generan riesgos para las cadenas de suministros de las empresas de telecomunicaciones, las respuestas políticas de los gobiernos, como la nube soberana, también pueden presentar oportunidades.
  • Las empresas de telecomunicaciones deben adoptar una visión global del riesgo y fomentar comportamientos conscientes del riesgo, al tiempo que alinean la gestión de riesgos con los objetivos estratégicos a largo plazo.

A medida que los operadores de telecomunicaciones se adentran en 2026, nuestro último análisis confirma que el rápido cambio en su universo de riesgos que observamos el año pasado continúa sin cesar. En particular, cada vez está más claro que las empresas de telecomunicaciones no son inmunes al febril entorno geopolítico actual, y deben estar preparadas para responder con agilidad a sus efectos sobre sus ofertas de servicios, operaciones y cadenas de suministros. Al mismo tiempo, deben estar muy atentos a las necesidades y prioridades cambiantes de los clientes, que cada vez están más preocupados por cuestiones que van desde ser estafados económicamente hasta que les roben o hagan un uso indebido de sus datos.

En combinación con los riesgos crecientes relacionados con las tecnologías emergentes —especialmente la adopción de la inteligencia artificial (IA)— y los desafíos cada vez mayores en torno al rendimiento de las redes, todo ello apunta a la necesidad de que las empresas de telecomunicaciones reorienten sus planes de gestión de riesgos, centrándose en la interconexión entre amenazas aparentemente distintas. Pero también deben permanecer alertas ante las posibles ventajas de muchos riesgos, incluidas las oportunidades que ofrecen para descubrir nuevas formas de valor tomando las medidas adecuadas, especialmente en lo que respecta a la tecnología y el talento.

Al igual que en años anteriores, nuestro análisis clasifica los riesgos de las empresas de telecomunicaciones en cuatro grandes categorías: cumplimiento normativo, operativos, estratégicos y financieros. Dentro de este marco general, han cambiado muchas cosas en los últimos 12 meses.

Si bien el riesgo principal sigue siendo el mismo —"subestimar los imperativos cambiantes en materia de privacidad, seguridad y confianza"—, hay cambios sustanciales en los puestos inferiores de la lista. Dos nuevos riesgos entran en el top 10: "adaptación insuficiente al entorno geopolítico en constante evolución" e "incapacidad para responder eficazmente a las necesidades cambiantes de los clientes", mientras que otros dos suben en la clasificación, con "transformación ineficaz a través de las nuevas tecnologías" ascendiendo al segundo lugar.


Los 10 principales riesgos para las telecomunicaciones en 2025

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Riesgo 1: Subestimar los imperativos cambiantes en materia de privacidad, seguridad y confianza

Las prácticas responsables de IA de las empresas de telecomunicaciones se quedan cortas en aspectos importantes, mientras que sus funciones de ciberseguridad parecen estar poco preparadas para el cambio.

La EY AI Sentiment Index Survey 2025 revela un déficit continuo de confianza de los consumidores hacia la inteligencia artificial. Aunque el 82 % de los consumidores ha utilizado herramientas de IA a sabiendas en los últimos seis meses, solo el 48 % cree que los beneficios superan los posibles inconvenientes. Esto es especialmente preocupante para las empresas de telecomunicaciones, ya que parecen ir a la zaga de otros sectores en la adopción de medidas para mejorar la confianza en la IA: solo el 59 % o de las empresas de telecomunicaciones afirma disponer de una metodología sólida para identificar, evaluar y mitigar los riesgos asociados a la IA, frente al 66 % o del total de encuestados.

Otra preocupación es que las funciones de ciberseguridad de las empresas de telecomunicaciones están teniendo dificultades para ampliar su papel y sus competencias, ya que el 68 % de los CISO de las empresas de telecomunicaciones admiten que les resulta difícil expresar el valor que aporta el equipo de ciberseguridad más allá de la protección contra riesgos.


Riesgo 2: Transformación ineficaz a través de las nuevas tecnologías

La rápida transición hacia la IA está generando retos organizativos, ya que la necesidad de retirar del servicio las tecnologías de la información y las redes heredadas se vuelve urgente.

Aunque las empresas de telecomunicaciones están avanzando a buen ritmo para aprovechar el potencial de la IA, hay varios factores que están obstaculizando sus esfuerzos por ampliar sus iniciativas en este ámbito. Según la EY Responsible AI Pulse Survey, las principales preocupaciones de los CEO de las empresas de telecomunicaciones en torno a la adopción de la IA incluyen las limitaciones de recursos y la dificultad de desarrollar marcos de gobernanza eficaces. Barreras como estas están provocando que las empresas adopten enfoques muy divergentes con respecto a la IA: mientras que el 33 % planea acelerar sus inversiones en IA, casi el mismo número —32 %— las está reduciendo o reconsiderando. Los desafíos que plantean las nuevas tecnologías se ven agravados por la creciente presión para desmantelar los elementos informáticos y de red heredados, un complemento vital para las ambiciones de las empresas de telecomunicaciones en materia de inteligencia artificial nativa.

Riesgo 3: Gestión inadecuada del talento, de las competencias y de la cultura

La falta de habilidades es difícil de resolver, mientras que la cultura organizacional a menudo se resiste al cambio.

La necesidad de nuevas habilidades por parte de las empresas de telecomunicaciones está impulsada por avances que van desde la automatización cada vez mayor de las funciones de red y de IT hasta el desarrollo de plataformas internas y la integración de soluciones tecnológicas de múltiples proveedores.


Investigaciones realizadas por terceros1 muestran que estos factores están impulsando la demanda de habilidades específicas en áreas como la ciberseguridad, la inteligencia artificial y el aprendizaje automático (ML, por sus siglas en inglés), la infraestructura de IT y la ciencia de datos. Es fundamental señalar que muchos de estos puestos son especialmente difíciles de cubrir, lo que lleva a las empresas de telecomunicaciones a centrarse en estrategias como la mejora de las competencias, la contratación temporal de personal de socios tecnológicos y la adquisición de competencias mediante la compra de empresas.


Sin embargo, incluso cuando las empresas de telecomunicaciones han logrado implementar las habilidades adecuadas, se dan cuenta de que cambiar las culturas laborales arraigadas y adaptarse a nuevas metodologías de trabajo no es nada sencillo.


Riesgo 4: Propuesta de valor y rendimiento inadecuados de la red

La adopción de la conectividad de alta velocidad se está retrasando en muchos mercados, mientras que nuevos factores se están conjugando para provocar interrupciones en la red.

En varios países europeos, la creciente disponibilidad de redes de fibra hasta el hogar (FTTH, por sus siglas en inglés) no se ve acompañada de una mayor adopción: los datos del FTTHCouncil3 muestran que la penetración oscila entre el 91 % en España y solo el 27 % en Alemania. Esta diversidad refleja la multiplicidad de factores que pueden influir en la adopción de la FTTH, desde los precios hasta la fuerza de la demanda de aplicaciones que requieren un gran ancho de banda, como los juegos en la nube.

A medida que la oferta de opciones de conectividad de alta velocidad sigue ampliándose, las empresas de telecomunicaciones deben diferenciarse de nuevas formas para evitar la erosión de los precios. Sin embargo, sus esfuerzos por reposicionarse se ven complicados por la proliferación de factores que contribuyen a las interrupciones de la red, como los fenómenos meteorológicos extremos y los apagones parciales.

Riesgo 5: Adaptación insuficiente al entorno geopolítico en constante evolución

El telón de fondo de las tensiones geopolíticas se suma a las incertidumbres externas a las que se enfrentan las empresas de telecomunicaciones, pero las estrategias nacionales de soberanía tecnológica también apuntan a una mejora.

En el último estudio EY CEO Outlook, el 22 % de los líderes del sector de las telecomunicaciones citan las tensiones geopolíticas como una amenaza para el crecimiento, junto con las políticas comerciales y fiscales (13 %) y la incertidumbre macroeconómica general (18 %). Si bien la exposición directa de las empresas de telecomunicaciones a los aranceles es limitada, no ocurre lo mismo con sus proveedores de dispositivos y redes, lo que aumenta el riesgo de que el aumento del costo de los dispositivos prolongue aún más los ciclos de sustitución de los teléfonos móviles de los consumidores.

 

Dicho esto, los desafíos que plantean las tensiones geopolíticas se ven compensados por algunas oportunidades para descubrir nuevas formas de valor. Por ejemplo, las agendas nacionales de soberanía tecnológica pueden permitir que las empresas de telecomunicaciones adopten un papel más explícito como defensores de la infraestructura y guardianes de los datos. Mientras tanto, la avalancha de nuevas regulaciones cibernéticas y políticas de IA refuerza aún más la necesidad de medidas sólidas de protección de datos y una gestión responsable de la IA.


Riesgo 5: Incapacidad para aprovechar los nuevos modelos de negocio

Los clientes empresariales carecen de conocimientos sobre los nuevos modelos de negocio, mientras que aprovechar las oportunidades de servicio emergentes exige a las empresas de telecomunicaciones tomar decisiones difíciles.

Aunque las empresas de telecomunicaciones están avanzando a buen ritmo en el lanzamiento de nuevas ofertas de servicios para empresas, el escaso conocimiento que tienen estos clientes de las nuevas propuestas B2B está limitando su adopción. El estudio EY Reimagining Industry Futures revela que el 24 % o de las empresas de todos los sectores tiene un conocimiento escaso o nulo de las soluciones de interfaz de programación de aplicaciones (API, por sus siglas en inglés) en red, una brecha de conocimiento que se amplía hasta el 30v% o en el sector manufacturero.
 

Los cambios en las políticas gubernamentales pueden suponer un rayo de esperanza, ya que, como hemos mencionado anteriormente, están abriendo nuevas posibilidades de servicio para las empresas de telecomunicaciones en áreas como la nube soberana y la infraestructura de inteligencia artificial. Pero aprovechar estas oportunidades exigirá los enfoques adecuados en materia de opcionalidad y ecosistema: por ejemplo, las soluciones de nube soberana pueden ofrecerse directamente, a través de asociaciones bilaterales o mediante empresas conjuntas específicas.

Riesgo 8: Participación ineficaz con ecosistemas externos

Las empresas de telecomunicaciones dependen cada vez más de las asociaciones y la colaboración, ya que sus relaciones con las empresas tecnológicas se vuelven más complejas y multifacéticas.

Con las nuevas propuestas de servicios B2B y B2C que exigen una mayor colaboración, las asociaciones de las empresas de telecomunicaciones están creciendo en tamaño y alcance. La colaboración horizontal entre las empresas de telecomunicaciones ha experimentado un fuerte repunte en los últimos trimestres, ya que buscan expandir sus mercados potenciales y monetizar servicios como las API y la tecnología publicitaria.

Las asociaciones verticales con empresas tecnológicas también están en aumento: en el estudio EY CEO Outlook, los encuestados del sector de las telecomunicaciones citan el intercambio de tecnología (49 %) y la combinación de recursos complementarios, como la distribución (43 %), como los principales impulsores de las empresas conjuntas y las alianzas estratégicas. Al mismo tiempo, las relaciones del ecosistema de las empresas de telecomunicaciones son cada vez más multifacéticas. Según un estudio de EY, los directores ejecutivos de las empresas de telecomunicaciones consideran que una serie de empresas tecnológicas y de medios de comunicación —desde hiperescaladores hasta distribuidores de contenidos— son tanto socios como posibles competidores.


Riesgo 8: Incapacidad para responder eficazmente a las necesidades cambiantes de los clientes

La preocupación de los consumidores por la seguridad digital va en aumento, mientras que los jóvenes suelen carecer de confianza a la hora de utilizar las ofertas de conectividad.

Los consumidores están cada vez más preocupados por la seguridad online: en el estudio Decoding the Digital Home, de EY, la proporción de consumidores que afirman estar "muy preocupados" por los contenidos nocivos en línea ha aumentado del 38 % en 2022 al 47 % en 2024. Una proporción considerable (40 %) también está preocupada por el tiempo excesivo que pasan frente a la pantalla.
 

Si bien los gobiernos son conscientes de estos temores y están aplicando medidas políticas para responder a ellos, los operadores de telecomunicaciones que ofrecen servicios a familias y adolescentes se enfrentan a la necesidad de navegar por un complejo panorama de stakeholders. Otro factor que complica aún más la situación es que los clientes más jóvenes parecen tener más dificultades con los servicios de telecomunicaciones que sus homólogos de más edad. Decoding the Digital Home también revela que las personas de entre 25 y 34 años son las que más dificultades tienen para entender los paquetes de conectividad, en comparación con otros grupos demográficos.

Riesgo 4: Mala gestión de la agenda de sostenibilidad

Aunque las empresas de telecomunicaciones están avanzando en la reducción de su impacto, será fundamental seguir centrándose en las mejoras en materia de sostenibilidad.

Según la evaluación comparativa de la GSMA4, las empresas de telecomunicaciones están mejorando su desempeño a lo largo del tiempo en relación con los principales indicadores ambientales, sociales y de gobernanza (ESG, por sus siglas en inglés), y el 75 % e de los 24 operadores participantes de la GSMA informaron de una reducción de las emisiones de alcance 1 y 2 en comparación con los periodos de referencia anteriores. Casi todos indican también que han implementado una política de compras sostenibles.
 

Sin embargo, el compromiso sostenido con los plazos futuros para mejorar el desempeño ESG es incierto: la EY CEO Outlook Survey revela que el 60 % o de los líderes de las empresas de telecomunicaciones están reconsiderando los plazos de sus compromisos de sostenibilidad. Mientras tanto, el estudio EY Telco of Tomorrow muestra que los operadores están planeando una amplia gama de acciones relacionadas con los criterios ESG para los próximos cinco años: será esencial equilibrar una serie de prioridades ESG contrapuestas en el futuro.


Riesgo 10: Modelos operativos inadecuados para maximizar la creación de valor

A medida que las empresas de telecomunicaciones continúan centralizando sus operaciones comerciales y participando en fusiones y adquisiciones, los modelos operativos de la industria se están ampliando en nuevas direcciones.

La transición de las empresas hacia un modelo de servicios empresariales globales (GBS) es una tendencia constante, y los estudios del sector5 muestran que el 61 % de las empresas se han comprometido con los GBS, aunque se encuentran en diferentes fases de madurez en cuanto a su implementación. Si bien mejorar la rentabilidad sigue siendo un objetivo importante, GBS también ofrece otras ventajas, que van desde la digitalización y la optimización de la plantilla hasta la posibilidad de ofrecer nuevos servicios.
 

Mientras tanto, el creciente interés de las empresas de telecomunicaciones por la inteligencia artificial (IA) es un catalizador adicional para el perfeccionamiento de los modelos operativos: la encuesta EY CEO Outlook revela que el 77 % o de los líderes de las empresas de telecomunicaciones confía en poder aprovechar la IA para impulsar el crecimiento y la expansión. Sin embargo, las empresas de telecomunicaciones deben ser conscientes de los riesgos inherentes que pueden conllevar los acuerdos más ambiciosos en áreas como las habilidades, la cultura, la tecnología y la gestión de los stakeholders.


Próximos pasos para que los operadores de telecomunicaciones mitiguen los riesgos en un panorama en rápida evolución

Mientras los operadores consideran la mejor manera de mitigar los principales riesgos que hemos destacado, deben seguir atentos a nuevas amenazas, al tiempo que evalúan el impacto cambiante de los riesgos existentes y buscan convertir los desafíos aparentes en oportunidades. En todas estas acciones, es fundamental comprender cómo está evolucionando el concepto mismo de riesgo, ya que se ve redefinido por cuatro características distintivas: los riesgos actuales son cada vez más no lineales, acelerados, volátiles e interconectados (NAVI, por sus siglas en inglés). Para prosperar en un mundo NAVI se requieren nuevos enfoques en materia de estrategia y gestión de riesgos, junto con la capacidad de armonizar ambos aspectos. En este contexto, recomendamos a las empresas de telecomunicaciones que tomen tres medidas.

1. Revisa tu hoja de ruta de riesgos

Reúne a los líderes de toda la organización para explorar y alinearse en la evolución de tu gestión de riesgos, asegurándose de que esta sea desarrollada conjuntamente y sea propiedad tanto de los líderes de riesgos como de la alta dirección. Ten cuidado al evaluar las categorías de riesgo actuales y futuras, reconociendo que los riesgos pueden ser ambiguos y cambiar rápidamente, y pueden indicar un potencial alcista. Céntrate en la interconexión entre los diferentes riesgos, así como en la naturaleza cambiante de los riesgos, ya que afectan al entorno macroeconómico, al ecosistema de su sector y a su organización.

2. Redobla los esfuerzos en materia de cambio cultural y gestión de métricas

Los horizontes de transformación de las empresas de telecomunicaciones ya se están ampliando para abarcar nuevas posibilidades que ofrecen las tecnologías de vanguardia y la recualificación y mejora de las competencias asociadas. Asegúrate de que su cultura de gestión de riesgos evolucione al mismo tiempo que las innovaciones más amplias en metodologías de trabajo y gobernanza, al tiempo que reconoces y destacas cómo los conocimientos sobre riesgos permiten a los empleados tomar mejores decisiones empresariales. Y aumenta el enfoque en métricas e incentivos que fomenten cambios de comportamiento que vayan más allá de la contención de riesgos para impulsar la habilitación empresarial.

3. Garantiza la gestión integral de los riesgos

Maximiza tu enfoque holístico de la gestión de riesgos con procesos claros para identificar, evaluar y responder a los riesgos en toda la organización. Asegúrate de que los responsables ejecutivos de los riesgos trabajen con equipos multifuncionales para realizar un seguimiento de los riesgos y evaluar su impacto en las personas, los sistemas y los procesos. Presta especial atención a la identificación de nuevos riesgos y al monitoreo proactivo de estos. Mientras tanto, realiza revisiones periódicas de los planes de contención de riesgos y la eficacia de los controles, lo que ayudará a convertir una sólida cobertura de riesgos en una mitigación eficaz de los mismos y en una resiliencia estratégica a largo plazo.

Resumen

Al entrar en 2026, los operadores de telecomunicaciones se enfrentan a un universo de riesgos en rápida expansión que son cada vez más no lineales, acelerados, volátiles e interconectados. Con el aumento especialmente acusado de los riesgos relacionados con la transformación, el rendimiento de las redes y la geopolítica, las empresas de telecomunicaciones que deseen mantener su crecimiento y resiliencia deben vincular su estrategia y su gestión de riesgos más estrechamente que en el pasado. ¿Las claves del éxito? Replantearse el enfoque del riesgo en toda la empresa, al tiempo que se fomenta la concienciación sobre el riesgo entre toda la plantilla y se implementan procesos de riesgo integrales que unifican y aprovechan todas las áreas del negocio.


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