9 ago. 2023

Reforma tributaria: ¿vale la pena insistir?

Por María Javiera Contreras

Socia líder de Consultoría Tributaria y socia de Estrategia y Transacciones, EY Chile

Entusiasta y perseverante. Generar equipos comprometidos es la clave de todos los proyectos. Disfruto cocinar para otros. Esposa y madre de tres hijos.

9 ago. 2023

¿Es una buena idea cambiar el techo de una casa que sufre de goteras y filtraciones? Probablemente sí, pero hacerlo en la mitad de la época de lluvias, probablemente no.

Me parece que es legítimo hacerse esta pregunta respecto de nuestra discusión tributaria y el largamente anunciado pacto fiscal.

Hay amplio consenso sobre la conveniencia de modificar nuestro sistema tributario, pues hay acuerdo de que tal como está no logra satisfacer las necesidades y demandas actuales. Por otra parte, dado el balance de poderes en el Congreso, se necesitan acuerdos para que cualquiera de las ideas de cambio se transforme en ley. Por eso que generar un “pacto fiscal” -generado en un marco de consenso- es una buena idea.

¿Pero es este el momento para dicha discusión y pacto? ¿Debiera el Gobierno insistir en una reforma tributaria que probablemente no logre ver en funcionamiento antes del término de su mandato? De aprobarse algo, no será una reforma estructural, sino más bien una de pequeños acomodos, de logros menores para cada sector.

El riesgo es alto. Proponer una reforma sin repensar la estructura de nuestro sistema, y como se inserta en la regulación tributaria internacional, puede ser un esfuerzo significativo para una ganancia menor y a destiempo.

Especial preocupación es que no se estén mirando las medidas de incentivo a la economía en conexión a los cambios internacionales que trae, por ejemplo, el BEPS 2.0, que aborda, entre otras cosas, tributación de multinacionales y un impuesto mínimo global. Podríamos encontrarnos en un escenario donde los incentivos resulten en una menor recaudación en Chile e incrementen la recaudación de un tercer país.

Hoy más que nunca ha quedado en evidencia que un buen sistema tributario requiere ir acompañado de un Estado moderno con procesos transparentes y estructuras que le permitan ser un buen administrador de fondos públicos. Sino hay confianza en el Estado y en sus instituciones, difícilmente se logrará un acuerdo que logre recaudar más fondos. Quizás los esfuerzos del Gobierno debieran enfocarse primeramente en aquel desafío, y en paralelo iniciar una discusión profunda sobre el régimen tributario que nos acompañe en los próximos años.

Suele criticarse a quienes se oponen a más reformas por sostener que “nunca es el momento”, sin embargo, sin un Estado moderno y más eficiente, en verdad nunca será el momento. Quizás también es relevante que la base de contribuyentes que paguen impuestos sea más amplia, no sólo porque genera mayor recaudación, sino porque nos hace a todos fiscalizadores del uso de nuestros fondos y guardianes de nuestra educación, salud e infraestructura pública.

Después de varias reformas tributarias sucesivas, pareciera ser que encontrar una estructura perdurable y acorde a las necesidades del país es un objetivo primordial. Merecemos un sistema que nos lleve a la siguiente etapa de desarrollo, una estructura que preserve lo que funciona bien, elimine los parches e incorpore las medidas de incentivo y recaudación necesarias, todo lo anterior mirando más allá de nuestras fronteras, reconociendo nuestra dependencia de capitales extranjeros y la competencia con otras economías.

Lamentablemente, parece que no estamos listos para ese paso y que esperar un mejor momento, aunque frustrante, sea lo más prudente.

Resumen

Hay un amplio consenso sobre la conveniencia de modificar nuestro sistema tributario, pero hay que considerar los tiempos como un factor clave. Encontrar una estructura perdurable y acorde a las necesidades del país es un objetivo primordial, pero hay que considerar si estamos listos para ese paso o esperar un mejor momento, aunque frustrante, sea lo mejor.

Acerca de este artículo

Por María Javiera Contreras

Socia líder de Consultoría Tributaria y socia de Estrategia y Transacciones, EY Chile

Entusiasta y perseverante. Generar equipos comprometidos es la clave de todos los proyectos. Disfruto cocinar para otros. Esposa y madre de tres hijos.