Case Study

¿Cómo un programa puede ayudar a los niños de una comunidad en riesgo alcanzar su máximo potencial?

Descubra cómo un equipo de EY anima a los niños de las zonas urbanas a pensar críticamente en su comunidad y en formas innovadoras de mejorarla.

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The better the question

¿Cómo puedes ayudar a un niño a soñar con un futuro que nunca ha imaginado?

Muchos niños de comunidad en riesgo no tienen los recursos para desarrollar su potencial.

Los niños del centro de Chicago son algunos de los más desatendidos en los Estados Unidos. Las drogas, las pandillas y la violencia son verdaderos desafíos, por lo que algunos niños y niñas se preguntan si llegarán a la escuela de manera segura todas las mañanas. Sus escuelas son importantes instituciones comunitarias, que en combinación con colaboradores como EY, ayudan a asegurar que los estudiantes tengan los recursos que necesitan para alcanzar su pleno potencial y ampliar sus horizontes.

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The better the answer

Tutoría de jóvenes emprendedores

Un programa que da poder a los niños de Chicago y amplía sus horizontes.


En la oficina de EY Chicago, los colaboradores han sido voluntarios durante años con la Big Shoulders Fund. Fundada en 1986, la organización sirve a las escuelas del centro de la ciudad para proporcionar una educación de calidad, basada en valores para los niños de Chicago, contribuyendo así a fortalecer las comunidades. Ellos apoyan a los estudiantes a través de becas, programas académicos y de enriquecimiento, mejoras operativas de la escuela y desarrollo de liderazgo.

En 2016, Lee Henderson, EY Central Growth Markets Leader y Entrepreneur Of The Year™ Program Director, así como Molly Cook se acercaron al Big Shoulders Fund para preguntar qué necesidades tenía la organización que la gente de EY podría atender. El resultado fue un programa de emprendimiento. Financiado en su totalidad por la oficina de EY en Chicago, este concurso de ideas, junto con la tutoría durante todo el año de profesionales de EY, fue creado para ayudar a los niños de las zonas urbanas a pensar críticamente acerca de su comunidad y a idear formas innovadoras de mejorarla.

En su primer año, el programa identificó 10 escuelas Big Shoulders Fund que organizaron aulas con 10 estudiantes cada una, desde sexto hasta octavo grado. Los estudiantes fueron desafiados a presentar una gran idea que cambiaría su comunidad, así como un plan financiero, un análisis de mercado y la comprensión de los materiales que necesitarían.

A lo largo del año escolar, los voluntarios de EY fueron mentores de los estudiantes y les ayudaron a trabajar en sus ideas, proporcionando una educación profunda sobre la estrategia de negocios y el desarrollo al que los niños nunca antes habían estado expuestos. Un punto culminante para los estudiantes fue la oportunidad de recorrer 1871, la incubadora de empresas de Chicago, donde podían ver a la gente dando vida a las ideas como ellos lo hicieron, y aspirar a hacer lo mismo.

Al final del año escolar, los estudiantes presentaron sus ideas a un panel de socios y empresarios, incluyendo los Alumni del programa EY Entrepreneurial Winning Women™, y frente a más de 100 de sus pares. Se eligieron tres ganadores, que se celebraron en la gala regional EOY, y se les otorgó un premio financiero para sus escuelas; pero en realidad, la verdadera misión del día acababa de comenzar.

Después de la competencia, los estudiantes fueron llevados a la oficina de EY en el centro de Chicago para tener una idea de lo que la vida profesional puede ofrecer. Para muchos de los estudiantes, esta fue su primera visita a una oficina profesional.


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The better the world works

Futuros empresarios

Big Shoulders Fund muestra cómo los niños con espíritu emprendedor pueden marcar la diferencia en sus propias vidas y en sus comunidades.


El programa ya ha crecido hasta llegar a 13 escuelas en 2017 y a 20 escuelas en 2018. Algunos estudiantes han regresado al programa cada año, inspirados para crear algo aún mejor.

"Estos estudiantes son nuestro futuro y las próximas grandes ideas están surgiendo de estos niños", menciona Lee, y a medida que el programa entra en su tercer año, el cielo es realmente el límite para su desarrollo empresarial.

Una estudiante, que ahora está en la escuela secundaria, le da crédito al programa por ayudarla a darse cuenta de sus propias habilidades de liderazgo. Esto le permitió salir de su zona de comodidad y probar cosas que nunca antes había hecho, como diseñar el logotipo de un sitio web y entrenar a otros estudiantes a través de una presentación en grupo.

Eventualmente, el equipo espera ver a estas mentes jóvenes y brillantes traer sus ideas de vuelta a sus vecindarios, donde el emprendimiento local representa una oportunidad real para que estas comunidades se desarrollen de manera orgánica y sostenible. Pero hoy en día, es más que suficiente que estos niños tengan presente que tienen sueños que valen la pena realizar.