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Educación superior en Colombia, México y Perú un año después de la pandemia



En resumen 

  • El 87% de los estudiantes de escuelas privadas sigue sin estar de acuerdo con el hecho de pagar la misma colegiatura por los cursos en línea que por los presenciales
  • Las inversiones y mejoras que las escuelas han realizado en sus plataformas educativas no han sido suficientes
  • Entre el 47% y el 30% de los estudiantes están considerando la posibilidad de terminar sus estudios de manera remota

Para entender mejor la forma en que el COVID-19 ha afectado al sector educativo en Latinoamérica, EY-Parthenon encuestó a más de 1,100 estudiantes de educación superior en Colombia, México y Perú. Los resultados actualizados revelaron perspectivas significativas sobre la satisfacción de los estudiantes con respecto a las clases en línea, la incipiente relevancia de los programas mixtos y las expectativas pospandemia.

Ya ha pasado un año desde el inicio del confinamiento y los estudiantes han tenido tiempo suficiente para experimentar las ventajas y los desafíos de tomar clases en línea. Nuestro análisis sugiere que el esquema de enseñanza preferido sigue siendo el presencial; sin embargo, los programas mixtos se han popularizado. Cada vez más estudiantes en todo el mundo están considerando la posibilidad de terminar sus estudios en una modalidad de educación híbrida.  

No obstante, este informe revela una realidad diferente para los planes online. Desde que los estudiantes de programas presenciales migraron a las clases en línea, su satisfacción con respecto a este tipo de cursos ha disminuido. La investigación muestra que las inversiones y mejoras que las escuelas han realizado en sus plataformas educativas no han sido suficientes para compensar desafíos específicos como la dificultad de los alumnos más jóvenes para prestar atención durante las clases en línea y la escasa interacción entre profesores y compañeros. 

EY-Parthenon prevé que en el futuro los estudiantes se inclinarán más por los programas de educación híbridos, especialmente los de universidades públicas y de nivel medio, que son quienes más valoran la autonomía y la flexibilidad. 

Mejoró el acceso a redes WiFi o dispositivos para que los estudiantes pudieran tomar clases a distancia.

El acceso a Internet de banda ancha en el hogar aumentó en Colombia, México y Perú. Cerca del 100% de los estudiantes inscritos en universidades privadas afirmó disponer de conexión a Internet. Por el contrario, los estudiantes de universidades públicas tienen un menor acceso a Internet de banda ancha en el hogar en comparación con sus pares de instituciones particulares. Sin embargo, la brecha ha disminuido: en México, el 94% de los estudiantes de universidades públicas afirmó contar con una conexión a Internet, en comparación con el 72% del 2020. En Colombia y Perú, el 82% y 74% de los estudiantes universitarios tienen ahora conexión a Internet, en comparación con el 69% y 52% del año pasado, respectivamente. 

El uso de una computadora o tableta por los estudiantes de instituciones privadas ha aumentado; pero el acceso a este tipo de dispositivos por parte de estudiantes de escuelas públicas arroja resultados mixtos. En Colombia, México y Perú, el 75% de los alumnos de universidades privadas afirmó tener dispositivos para uso personal. Hace unos meses, solo el 55% de los alumnos de instituciones privadas en México y menos del 25% de los universitarios en Perú y Colombia contaban con sus propios dispositivos. No obstante, sigue existiendo una amplia brecha entre los estudiantes inscritos en instituciones públicas y privadas en cuanto a la posibilidad de acceder a estas herramientas. En México y Colombia, el acceso a los dispositivos por parte de los estudiantes de universidades públicas aumentó del 22% al 34% y del 18% al 25%, respectivamente; sin embargo, no se registran cambios significativos en Perú. 

La satisfacción de los estudiantes disminuyó después de un semestre completo en línea.

El primer semestre en línea dio lugar a una baja en la satisfacción de los estudiantes de los tres países en relación con los niveles de satisfacción observados al principio del confinamiento. En México, la satisfacción se redujo en un 12%, principalmente por la falta de facilidades para el pago de la colegiatura por parte de las universidades y la percepción negativa de los estudiantes sobre las capacidades de Ed-Tech. Mientras tanto, Perú y Colombia mostraron una baja menos abrupta, con una disminución en la satisfacción del 6% y 4%, respectivamente.

Actualmente, la satisfacción de los estudiantes en Colombia, México y Perú oscila entre 3.3 y 4.1 en una escala de 1 a 7. México es el país con los niveles más bajos en este rubro, siendo los estudiantes de universidades públicas los más insatisfechos.

Los estudiantes consideran que la flexibilidad de horarios y la autonomía son las principales características positivas de las clases en línea.

Según los resultados de nuestra encuesta, los estudiantes valoran mucho la flexibilidad y la autonomía que proporcionan las clases en línea. Estos resultados son consistentes con nuestras observaciones durante marzo y abril de 2020. Los estudiantes que trabajan valoran aún más la autonomía que ofrecen las clases en línea, ya que esta cualidad es crucial para equilibrar sus horarios con la carga de trabajo. 

A los estudiantes no les gustó el esfuerzo adicional para prestar atención durante la clase, la falta de interacción con profesores y compañeros, así como la dificultad para desarrollar habilidades de trabajo en equipo

La mayoría de los profesores aún no ha adaptado su material didáctico a los cursos en línea, lo que hace más difícil que los alumnos se interesen por la clase y presten atención. Otros aspectos, como el trabajo en equipo y la interacción con profesores y compañeros, no se han podido alcanzar a través de las plataformas digitales; por lo tanto, siguen siendo las oportunidades de mejora más apremiantes.

A pesar de que las instituciones migraron a plataformas más robustas, los estudiantes siguen considerando que los profesores podrían estar mejor capacitados

La percepción de los estudiantes sobre la calidad de la educación —en el mejor de los casos— se ha mantenido igual. Aunque los estudiantes consideran que la infraestructura informática utilizada durante las clases en línea es adecuada, prefieren plataformas fáciles de usar, que ofrezcan la posibilidad de compartir archivos y brinden acceso a las calificaciones. Aunque cada país tiene diferentes preferencias, los estudiantes dieron la mayor puntuación a la satisfacción con respecto a las herramientas Ed-Tech.

Las universidades han migrado a plataformas más sofisticadas y robustas. Las más usadas —de acuerdo con la encuesta del año pasado— son Google Classroom, Zoom y Educativa. Actualmente, las plataformas más utilizadas son Zoom (42%), Blackboard (27%), Microsoft Teams (10%), Google Classroom (10%) y otras (11%). Blackboard es la plataforma mejor calificada y más utilizada por los estudiantes peruanos; mientras que Zoom es la plataforma más utilizada y mejor calificada en México y Colombia. 

Por otro lado, los estudiantes no disfrutaron las clases en línea debido a la dinámica profesor-alumno. Alrededor del 54% de los estudiantes encuestados considera que al haber una menor interacción durante las clases es más difícil prestar atención. Además, el 26% de los estudiantes cree que los profesores no están lo suficientemente preparados como para impartir clases en línea.

En este sentido, debido a las carencias en la formación que brindan los profesores y la menor calidad del material didáctico existe un mayor porcentaje de alumnos insatisfechos inscritos en instituciones públicas. Cerca del 40% de los estudiantes que asisten a universidades públicas respondieron que los tutores y la calidad académica no son óptimos; en contraste con el 14% de los estudiantes que asisten a instituciones privadas. Estos factores combinados explican por qué un 32% de los estudiantes que asisten a instituciones públicas perciben que las clases se han vuelto más difíciles, frente al 24% de los estudiantes de escuelas privadas que opina lo mismo.

Los estudiantes siguen creyendo que las colegiaturas deberían ser más bajas para los programas educativos a distancia.

Hoy en día, más de un año después del comienzo de la pandemia, el 87% de los estudiantes sigue sin estar de acuerdo con el hecho de pagar la misma colegiatura por los cursos en línea que por los presenciales. Estudiantes de diferentes universidades y países han publicado comentarios en las redes sociales solicitando descuentos dado que, aparentemente, no están obteniendo el mismo valor. Alrededor del 70% de los estudiantes encuestados comentaron que, hasta la fecha, no se les ha otorgado ninguna reducción en la colegiatura.

La mayoría de los estudiantes encuestados (65%) considera que los programas en línea podrían tener costos similares a los de los programas presenciales solo si ofrecen determinados beneficios. Algunos de los atributos indicados son: disponer de servicios de bienestar con psicólogos o nutriólogos (40%), cursos en línea en el extranjero (39%), más apoyo en la búsqueda de empleo (32%), plataformas de ejercicio (26%), mejores profesores (25%) y cursos bilingües (23%).

  • En Colombia y Perú los estudiantes mencionaron los cursos en línea en el extranjero como algo imprescindible para las universidades.
  • En México, los estudiantes mencionaron los servicios de bienestar como algo imprescindible para las universidades.

Por otro lado, en Colombia México y Perú, el 35% de los estudiantes no está de acuerdo con pagar la misma colegiatura por los cursos en línea, incluso si las universidades les ofrecen los servicios antes mencionados.

La modalidad de enseñanza preferida seguirá siendo la presencial; sin embargo, los programas híbridos serán más populares, ya que los estudiantes tendrán la flexibilidad de estudiar desde casa e interactuar con profesores y compañeros

Un mayor porcentaje de estudiantes en Colombia, México y Perú está considerando terminar sus estudios en una modalidad híbrida o completamente en línea. En México, alrededor del 20% de los estudiantes de licenciatura respondió que tienen la intención de concluir sus estudios en una modalidad remota o mixta, en comparación con el 8% registrado antes de la pandemia. 

Estos resultados varían significativamente entre las universidades públicas y privadas de todo el país. Los estudiantes matriculados en universidades privadas se inclinan más por una modalidad a distancia, en comparación con los estudiantes que asisten a instituciones públicas. Esto sugiere que los estudiantes de programas de licenciatura públicos han tenido una experiencia de clases en línea menos satisfactoria. 

En Perú y Colombia los resultados son aún más significativos. Entre el 47% y el 30% de los estudiantes están considerando la posibilidad de terminar sus estudios de manera remota, en comparación con el 6% y el 11% de los estudiantes que consideraban esta posibilidad antes de que comenzara la pandemia, respectivamente. 

Los estudiantes dispuestos a terminar sus estudios en un entorno remoto se inclinan más por la modalidad híbrida que por una en línea. La interacción con los estudiantes y los profesores es una de las razones por las que los alumnos prefieren un programa híbrido. Además, para algunos estudiantes, la flexibilidad y la autonomía de un programa mixto es lo que lo hace más atractivo que un programa presencial.  

¿Cuál es el futuro de la educación superior?

Las compañías optarán por contratar profesionales egresados de programas en línea y semipresenciales: las empresas con experiencias positivas en la contratación de profesionales procedentes de programas de aprendizaje híbrido y a distancia estarán más abiertas a contratar candidatos con este perfil. Los estudiantes inscritos en programas híbridos y en línea también podrían desempeñarse y desarrollar otras habilidades en el trabajo que podrían ser esenciales al graduarse. De este modo, la contratación de alumnos que estudian en un entorno remoto podría volverse todavía más atractiva para las compañías y los reclutadores. 

Las universidades invertirán en servicios adicionales a sus programas en línea e híbridos: creemos que las instituciones podrían explorar la posibilidad de ofrecer clases en línea en el extranjero, servicios de bienestar (por ejemplo, psicólogo y nutriólogo), más apoyo en la búsqueda de empleo, plataformas de ejercicio, mejores profesores y cursos bilingües para mejorar su propuesta de valor en lugar de ampliar o construir nuevos campus. 

Estudiar en el extranjero también se hará a distancia: los estudiantes que no puedan costear los estudios en el extranjero debido a los costos de la colegiatura, el alojamiento y el costo de vida podrían inscribirse en algún programa en línea ofrecido por alguna institución extranjera.

Los estudiantes de algunas universidades ya no regresarán a las clases presenciales: los estudiantes de universidades públicas y de nivel medio valorarían más la flexibilidad y la autonomía que ofrecen los programas en línea. Estos estudiantes podrían cursar un programa en línea mientras viven y trabajan en regiones o zonas de las ciudades sin campus cercanos. 

Las plataformas de desarrollo de habilidades se harán más populares: es probable que los estudiantes que interrumpieron sus estudios por motivos económicos continúen su formación en opciones basadas en plataformas y desarrollen habilidades específicas sin el costo total de un título universitario.

Las instituciones desarrollarán modalidades de clases asíncronas: las instituciones que lancen programas educativos híbridos y establezcan los mejores contenidos para las clases con horarios diferidos sobresaldrán de sus competidores. Esta opción permitirá a los estudiantes tomar cursos específicos impartidos por profesores destacados.

Las universidades rediseñarán su estructura de campus físico: las modalidades de educación híbrida requerirán menos espacio en las aulas de los campus existentes, lo que permitirá a las instituciones readaptar esos espacios para ofrecer nuevos servicios y mejorar la experiencia de los estudiantes.

Las universidades empezarán a invertir en campus más pequeños: en lugar de construir nuevos campus tradicionales de gran tamaño con albercas, gimnasios, canchas de futbol y cines, es probable que las universidades construyan campus regionales más pequeños que servirán como unidades concentradoras para los estudiantes inscritos en programas híbridos. Las universidades podrían seguir incrementando su alcance sin necesidad de invertir en campus tradicionales.

Resumen

Para entender mejor la forma en que el COVID-19 ha afectado al sector educativo en Latinoamérica, EY-Parthenon encuestó a más de 1,100 estudiantes de educación superior en Colombia, México y Perú. Los resultados actualizados revelaron perspectivas significativas sobre la satisfacción de los estudiantes con respecto a las clases en línea, la incipiente relevancia de los programas mixtos y las expectativas pospandemia.


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