Actualmente existen muchas incertidumbres para los bancos, considerando las implicancias del Brexit en el Reino Unido y en la Unión Europea, así como la elección de Donald Trump como Presidente de los Estados Unidos (EEUU). Estos hechos generan dudas de hacia dónde van dirigidas las regulaciones bancarias en EEUU y Europa, causando resistencia y posibles retrasos en la implementación de las regulaciones de Basilea IV.
En los últimos años se presentaron rendimientos débiles y decrecientes para muchos bancos alrededor del mundo. Hasta en los mercados emergentes, el rendimiento se ha visto mermado al igual que el poco crecimiento global. Esto puede que se fortalezca durante el 2017 y 2018 – particularmente para los bancos de EEUU - los cuales se encuentran posicionados para beneficiarse de tasas de interés mayores y en recuperar la confianza de los clientes y los negocios tras las elecciones de EEUU. Sin embargo, la sostenibilidad de las mejoras de la operación, y en cómo estas mejoras se pueden transferir a los bancos de otras economías más avanzadas y emergentes, no está del todo clara.
Pero la incertidumbre no puede ser excusa para la inacción.
La encuesta “EY 2017 Global Banking Outlook” fue realizada a altos ejecutivos de más de 300 bancos alrededor del mundo, incluyendo Perú, y muestra que sólo el 11% de los encuestados esperan que el rendimiento de su banco crezca significativamente dicho año. Asimismo, revela que la agenda de riesgo y regulatoria va a continuar dominando la atención de las gerencias e impactará significativamente sobre las decisiones de gasto para el próximo año. Este estudio afirma también que los bancos más grandes del mundo están empezando a ver cómo mejorar su rendimiento financiero, creciendo u optimizando sus negocios.
El reto para los bancos, en un año de incertidumbre y poco dinero para invertir, es poder mejorar su rendimiento financiero. Se espera que los bancos cambien su enfoque de “mantener todo seguro” a uno de “hacer mejor las cosas” para remontar el siguiente año. En EY creemos que los bancos deben incorporar acciones a corto y mediano plazo en 5 áreas específicas para desarrollar una agenda estratégica de “mantener todo seguro” y “hacer mejor las cosas”.
1. Rediseño: Replantear la estructura básica organizativa, considerar estrategias de fusiones y adquisiciones (M&A por sus siglas en inglés) y encontrar nuevas maneras para incrementar el rendimiento en respuesta a las presiones de los reguladores y del mercado.
2. Control: Verificar que el riesgo financiero y rendimiento financiero son medidos, validados y reportados tomando como base la misma fuente de información.
3. Protección: Analizar holísticamente las amenazas para la continuidad del negocio, tanto para factores externos como internos, incluyendo crímenes financieros y cibernéticos.
4. Optimización: Usar nuevas tecnologías y modelos operativos para manejar las presiones de cumplir con los márgenes, experiencia de los clientes y cumplimiento normativo.
5. Crecimiento: Retomar el crecimiento en una época de expectativas crecientes de los clientes y nuevos competidores provenientes del mercado no tradicional.
La exitosa ejecución de estas estrategias, en cada una de las áreas, va a implicar que los bancos piensen y operen de una manera distinta. La innovación será necesaria para obtener mejoras sustanciales en el rendimiento.
Agenda estratégica de los bancos