6 minutos de lectura 20 nov. 2023

Enfocándose en el valor de largo plazo e iniciativas sostenibles

Por Renato Urdaneta

Consulting Partner, EY Perú

Líder de la práctica de Riesgos y Auditoría Interna en Consultoría. Tiene sólidas habilidades de gestión de proyectos y riesgos, para identificar e implementar soluciones innovadoras.

6 minutos de lectura 20 nov. 2023

Las empresas se ven empujadas a encontrar un balance entre resultados inmediatos con las demandas por obtener beneficios sostenibles.

Es natural que en el ámbito personal uno decida invertir en el presente para obtener beneficios futuros; por ejemplo, sacrificando hoy tiempo y recursos en educación para ser mejores profesionales en el futuro o invirtiendo en nuestra salud física y mental a fin de poder tener una vida larga y saludable.  Sin embargo, en el ámbito corporativo está decisión muchas veces no es tan fácil de tomar debido a que existen incentivos “perversos” relacionados al cumplimiento de metas de corto plazo que compiten con las decisiones de inversión en iniciativas de largo plazo. Algunas de estas presiones provienen de accionistas y otros grupos de interés que buscan retornos inmediatos, haciendo difícil que las empresas innoven y adopten estrategias más sostenibles en el tiempo.

Así como existen presiones para lograr resultados de corto plazo, también existen demandas provenientes de inversionistas institucionales, reguladores, empleados, consumidores y de la sociedad en general para que las empresas redefinan su misión y propósito a fin de incentivar la implementación de medidas que ayuden a combatir el calentamiento global, la desigualdad, la discriminación, la inseguridad, entre otros; así como contribuir más con la sociedad, el medio ambiente, el desarrollo sostenible y crear un mejor mundo donde vivir y trabajar.

El desafío más importante para muchas empresas es saber balancear las presiones por alcanzar resultados inmediatos con las demandas por obtener beneficios sostenibles. Una buena comunicación y mayor transparencia, así como una buena justificación y sustentación de las iniciativas estratégicas de largo plazo son la clave para encontrar este balance. 

Perspectivas de valor 

La mayor parte del valor real de una típica empresa ahora se refleja en aspectos intangibles de su modelo de negocio (relacionados con aspectos como: la innovación, la cultura, la confianza y el gobierno corporativo) que son difíciles de medir.

Fuente: Embankment Project for Inclusive Capitalism - EY

 

 

 

¿Sabemos reconocer el valor intangible de los esfuerzos de largo aliento?

El valor real de una empresa, hoy en día, se refleja principalmente en los aspectos intangibles de su modelo de negocio. Es así, que no es extraño que los estados financieros de las empresas reflejen, en ocasiones, tan solo el 20% de su valor real; el resto se refleja en el valor de la marca, reputación, cultura organizacional y valores, capacidad de innovación, propiedad intelectual, la confianza construida con los grupos de interés, estructura de gobierno corporativo, entre otros; muchos de ellos apalancados en las iniciativas de largo plazo. Todos estos aspectos son difíciles de capturar en los estados financieros. Típicamente son esfuerzos llevados a cabo durante años, que requirieron inversiones importantes en el tiempo y que hoy agregan un valor intangible significativo a las empresas. Si no se tiene una forma clara de medir y comunicar a los grupos de interés los resultados de estos esfuerzos, será difícil poder reconocer el valor que éstos agregan a la empresa.

Iniciativas de valor

De acuerdo con el “EY Global Corporate Reporting and Institutional Investor Survey (2022)” algunas empresas consideran que sus estrategias de sostenibilidad a largo plazo no son reconocidas. La mejor manera que las empresas tienen para lograr este reconocimiento y consolidar el valor de estos logros intangibles es mediante el diseño e implementación de indicadores que sean capaces de medir objetivamente los beneficios que éstos generan y revelarlos de forma periódica y estandarizada a los grupos de interés. 

Algunos ejemplos de métricas que vienen siendo reveladas de forma cada vez más estandarizada en los reportes trimestrales de empresas públicas con buenas prácticas de sostenibilidad están relacionados con los siguientes aspectos:

  • Iniciativas con las comunidades.
  •  Uso de los recursos naturales.
  • Contaminación y gestión de residuos.
  • Emisiones de carbono.
  • Derecho de los trabajadores.
  • Programas de bienestar.
  • Inclusión laboral.
  • Capacitación y desarrollo.
  • Inversión en R&D.

Sin embargo, cada empresa debe de definir las métricas que adecuadamente reflejen la creación de valor a largo plazo, tomando en consideración su misión y propósito, el contexto en el que opera, la estrategia de negocio y el gobierno de la misma. 

Finalmente, es innegable que las inversiones y los esfuerzos en iniciativas que buscan beneficios sostenibles de largo plazo deben priorizarse pues traen beneficios que ayudan a generar valor (ver gráfico: Iniciativas de valor) para el cliente, para las personas, para la sociedad y consecuentemente mayor valor financiero en el tiempo para el negocio y sus accionistas. 

Resumen

Así como existen presiones para lograr resultados de corto plazo, también existen demandas provenientes de inversionistas institucionales, reguladores, empleados, consumidores y de la sociedad en general para que las empresas redefinan su misión y propósito. El desafío más importante para muchas empresas es saber balancear las presiones por alcanzar resultados inmediatos con las demandas por obtener beneficios sostenibles, y que estos sean reconocidos y medibles.

Acerca de este artículo

Por Renato Urdaneta

Consulting Partner, EY Perú

Líder de la práctica de Riesgos y Auditoría Interna en Consultoría. Tiene sólidas habilidades de gestión de proyectos y riesgos, para identificar e implementar soluciones innovadoras.