Bogotá, junio de 2025. En un contexto global marcado por la aceleración tecnológica, los cambios geopolíticos, la coyuntura preelectoral y un marco normativo en constante evolución, los departamentos legales enfrentan el reto de dejar de ser áreas de soporte para convertirse en habilitadores estratégicos del negocio.
Así lo revela la más reciente edición del estudio EY Law General Counsel, que muestra cómo estas áreas están redefiniendo su rol para anticiparse a los desafíos empresariales con una visión más integral y alineada a los objetivos del negocio.
El estudio se basa en las respuestas de 1,000 líderes de departamentos legales a nivel mundial, quienes participaron en entrevistas diseñadas para brindar una visión holística sobre temas clave como gestión de riesgos, estrategia operativa, abastecimiento, talento, tecnología y manejo de datos. Los encuestados representan siete industrias (manufactura, bienes y servicios de consumo, energía, minería, servicios financieros, salud y tecnología) en 21 países.
Adaptarse al nuevo entorno: más allá del marco legal
Los resultados confirman que las áreas legales no son ajenas al entorno de disrupción global, y que sus prioridades están cada vez más influenciadas por factores como la geopolítica, la evolución normativa, la sostenibilidad y la irrupción de nuevas tecnologías, especialmente la inteligencia artificial.
Más del 70 % de los líderes legales encuestados indicó enfrentar desafíos significativos relacionados con este entorno cambiante. Sin embargo, pocos afirman contar con las herramientas y capacidades necesarias para desempeñar una función legal verdaderamente estratégica, que les permita gestionar riesgos más allá de lo estrictamente jurídico.
En Colombia, esta realidad se alinea con los hallazgos del estudio Prioridades de las Juntas Directivas 2025 de EY, donde la innovación y las tecnologías emergentes ocupan el segundo lugar en la agenda (68 %). Si bien se reconoce su potencial transformador, también se advierte su impacto en el aumento de riesgos cibernéticos y de privacidad.
En este contexto, se vuelve fundamental integrar la innovación con una gestión de riesgos ética, estructurada y efectiva. Además, el entorno político colombiano genera inquietudes adicionales: el 65 % de las juntas directivas identifica la coyuntura preelectoral y la incertidumbre normativa como factores críticos para la operación empresarial. Esto refuerza la necesidad de contar con departamentos legales fortalecidos, capaces de interpretar cambios regulatorios y apoyar la toma de decisiones en tiempo real.
Gestión de riesgos y transformación digital: pilares estratégicos
La transformación de los departamentos legales no solo requiere un cambio cultural, sino también una evolución en su modelo operativo. Esto se refleja en la creciente prioridad que otorgan a la gestión de riesgos y a la transformación digital.
El EY Law General Counsel revela que el 81 % de los departamentos legales planea aumentar su inversión en gestión de riesgos en los próximos 12 meses, con énfasis en cumplimiento regulatorio, privacidad de datos, ciberseguridad, litigios y riesgos asociados al uso de inteligencia artificial en los procesos productivos.
Aunque el 73 % ya emplea plataformas tecnológicas para monitoreo regulatorio y de riesgos, el 60 % aún enfrenta dificultades para realizar un seguimiento continuo de cambios normativos en múltiples jurisdicciones e identificar su impacto en el negocio.
La transformación digital también ocupa un lugar destacado: el 91 % de los encuestados la considera una prioridad, y el 66 % tiene como meta implementar soluciones basadas en inteligencia artificial generativa. Sin embargo, más de la mitad (56 %) se encuentra en etapas iniciales de evaluación, lo que evidencia una brecha entre intención y ejecución.
Esta brecha refleja los desafíos que supone incorporar tecnologías avanzadas en la gestión legal. Los departamentos legales requieren una mayor comprensión del impacto potencial de la inteligencia artificial y una estrategia clara para su adopción, enfocada en identificar riesgos, optimizar funciones y fomentar la colaboración dentro del equipo legal.
Talento legal: el factor humano como eje de transformación
La transformación digital exige talento legal calificado, adaptable y con visión estratégica. No se trata solo de contratar abogados, sino de formar equipos multidisciplinarios con habilidades que trascienden lo jurídico.
El 75 % de los encuestados reconoce la necesidad de replantear su estrategia de atracción y retención de talento, mientras que el 57 % sitúa la retención como una prioridad clave. Sin embargo, solo la mitad de los departamentos legales ofrece planes de desarrollo profesional, y menos de un tercio cuenta con programas sólidos de bienestar laboral o acompañamiento personalizado.
Formar equipos diversos, introducir nuevas habilidades, ofrecer planes de carrera basados en desempeño, promover una cultura organizacional alineada con las nuevas generaciones y brindar mayor flexibilidad son acciones clave para potenciar el talento y garantizar la sostenibilidad de la función legal.
Presión presupuestaria: hacer más con lo mismo
En este camino de transformación, los departamentos legales también enfrentan presión para reducir costos. El 87 % prioriza la reducción de gastos, y aunque el 83 % anticipa un aumento en su presupuesto, el 60 % cree que dicho incremento será moderado.
Este escenario plantea un reto importante para quienes buscan invertir en tecnología, talento y transformación operativa. No obstante, también representa una oportunidad: capacitar y fortalecer el talento interno, optimizar el uso de tecnología disponible e implementar herramientas de gestión del conocimiento que permitan hacer más con los recursos existentes.