La Comisión Europea ha aprobado un plan de recuperación económica para hacer frente a la crisis económica derivada de la pandemia del COVID 19. El plan constituye un instrumento de recuperación de emergencia que tiene por objeto contribuir a la reparación del daño económico y social producido por la crisis sanitaria, sentar las bases de la recuperación económica y afianzar el futuro para la próxima generación.
El ambicioso plan ha sido bautizado como Next Generation EU y está dotado de 750.000 millones de euros en forma de subsidios no retornables y préstamos, elevando la capacidad financiera total del presupuesto de la Unión a 1,85 billones de euros.
Esta inyección financiera para los Estados Miembros se canalizará a través de distintos programas de la UE y será financiada por medio de la emisión de bonos y mediante el establecimiento de nuevos recursos propios, entre los que destacan la imposición de las grandes empresas que se beneficien del mercado único, el impuesto digital, la ampliación de los derechos de emisión al transporte aéreo y marítimo, el conocido como “carbon border tax” y la fiscalidad verde.
