3 minutos de lectura 27 diciembre 2021
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El gran futuro del sector de la construcción español en 2022

Por Fernando González Cuervo

EY España, Socio responsable del sector Construcción e Infraestructuras

Perseverancia y esfuerzo para generar una relación de confianza con los clientes, inspirar y motivar a los equipos con los que trabajo y para alcanzar siempre los objetivos establecidos.

3 minutos de lectura 27 diciembre 2021

A pesar de que el sector de la construcción pudiera parecer demasiado grande para moverse con agilidad, cabe destacar que se está adaptando con flexibilidad.

En el sector de la construcción y las infraestructuras llevamos meses reflexionando sobre cómo será el futuro tras la pandemia de COVID-19. En realidad, seguimos sin ver el final de una situación tan anómala que ha acelerado tendencias que ya estaban en marcha. También nosotros llevamos tiempo analizando el futuro del sector y ,  meses después de nuestra publicación El día después – Impacto del COVID-19 en el sector de la construcción que publicamos en plena primera ola de pandemia, es momento de reevaluar la situación del sector.

Sin ninguna duda nuestro entorno ha cambiado vertiginosamente en los últimos dos años, algo a lo que el mercado de las infraestructuras no es ajeno y que algunas compañías han decidido aprovechar como una oportunidad. Si bien nos encontramos ante un entorno en constante transformación y con elevada incertidumbre sobre el futuro, ya podemos atisbar nuevas necesidades y expectativas de los ciudadanos.  Hoy ya sabemos que queremos infraestructuras más acordes a nuestras necesidades, más flexibles y, sobre todo, más sostenibles. Estas tendencias ya estaban latentes antes de 2020 y, como ocurre en otros muchos órdenes, la pandemia las ha acelerado.

El sector de la construcción tiene una relevancia nada desdeñable, suponiendo alrededor del 12,5% del PIB de España y dando empleo a más de 1,3 millones de personas de nuestro país. Debido precisamente a este peso en nuestra economía, el sector ha tenido que sobreponerse a múltiples impactos en sus operaciones y estructura de mercado, así como superar notables dificultades financieras.

El encarecimiento de las materias primas, que ha llevado a un aumento de los costes de construcción de más del 13% en el sector residencial, por ejemplo, también se ha convertido en un quebradero de cabeza para el sector, que espera una estabilización de los precios a lo largo del próximo año. Asimismo, la falta de mano de obra cualificada es otro de los principales retos para las empresas   desde hace ya tiempo. Además, esta carestía de profesionales cualificados podría agravarse con la llegada de los fondos europeos, ya que se espera un fuerte incremento de la actividad de inversión en infraestructuras relacionadas con el medio ambiente y la sostenibilidad.

Para superar todos estos retos se vislumbran tendencias como la industrialización o la digitalización, como soluciones a los principales desafíos de un sector que asume riesgos muy elevados para ejecutar proyectos en los que apenas logra márgenes de un 5% de media. Parece que el futuro va a estar marcado por la utilización de elementos y procesos que incluyan la circularidad y un uso más eficiente de los recursos, así como la incorporación a los procesos de elementos que permitan incrementar los márgenes.

En esta línea, cabe destacar que el sector ha sido capaz de demostrar su resiliencia, que fue puesta a prueba por la fuerte crisis financiera global de 2008, demostrando que se trata de un sector fundamental para nuestro país. Contamos con unas compañías constructoras referentes en el mundo capaces de participar en las principales licitaciones de infraestructuras de escala mundial, de hecho, se abren ante estas compañías amplias posibilidades de desarrollo de proyectos en el futuro en EEUU gracias a su buen posicionamiento y al Plan de Desarrollo de Infraestructuras de Biden por importe de 1,2 trillones de dólares , el cual incluye 550 billones de dólares en trabajos de obra civil, incluyendo fondos para carreteras, puentes, aeropuertos y sistemas ferroviarios.

En cuanto a la vivienda, cabe señalar que en España sigue siendo es un activo refugio, lo que la coloca como uno de los segmentos más atractivos para la inversión en plena pandemia, junto a otros como el logístico y otros activos de patrimonio en renta.

El sector ha demostrado fortaleza y solvencia pese a la coyuntura de los últimos meses. Sin embargo, en algunos casos sigue teniendo dificultades para obtener fondos, por lo que los departamentos financieros están trabajando de forma continua para conseguir nuevas fórmulas de financiación, algunas de ellas vinculadas a la sostenibilidad. En el caso de infraestructuras maduras que se encuentran bajo gestión, es cada vez resulta más oportuno contemplar alternativas a las reestructuraciones de su financiación, considerando estructuras de emisiones de bonos que otorguen más capacidades a un sector con buenas perspectivas de futuro, el cual dispone de bases de flujos recurrentes y altamente predecibles.

El futuro inmediato del sector residencial

En relación con el sector residencial, es importante destacar que, en contra de todos los pronósticos, ha sorprendido gratamente en su comportamiento ante la crisis derivada del COVID-19. De hecho, el sector no solo ha sabido sobreponerse a toda velocidad al impacto que tuvo en él la pandemia, sino que ha logrado coger el ritmo y adelantar las cifras de2019 a nivel de producción y comercialización.

En términos corporativos, en los próximos meses se espera un proceso de concentración en el sector promotor, con el objetivo de ganar una mayor escala e incrementar las opciones de acceso a la financiación. Es posible que asistamos a operaciones relevantes motivadas por la necesidad de crecer y aumentar la capacidad para acometer opciones de gran envergadura.

En relación con el tipo de vivienda que demanda el ciudadano, observamos que ya se está produciendo una evolución hacia viviendas y oficinas eficientes, en las que se revalorizan los espacios y ofrecen sistemas de comercialización innovadores, tanto en la venta como en el alquiler.

Otro de los asuntos clave a tener en cuenta es todo lo relacionado con los cambios en torno a la nueva Ley de Vivienda tienen en alerta a los grandes fondos institucionales que llegaron a nuestro país hace unos años con el objetivo de componer grandes carteras de vivienda en alquiler y profesionalizar el mercado. Es precisamente esta profesionalización una tarea pendiente en España, que se sitúa a la cola frente a otros vecinos europeos, donde la mayor parte del parque de vivienda está en manos de empresas especializadas en su gestión. En nuestro país, alrededor de un 95% de los pisos en alquiler es propiedad de particulares, dado que supone una de las fórmulas de ahorro más populares entre las familias.

Con el objetivo de hacer accesible la vivienda a toda la población, llevamos tiempo escuchando iniciativas sobre la colaboración público-privada para poder consolidar un parque de vivienda pública en alquiler que atienda a la demanda de vivienda social, algo que no debería suponer una responsabilidad para el sector privado. Desde la perspectiva privada, para conseguir una vivienda asequible y accesible se necesita que desde las distintas administraciones se agilice el desarrollo de suelo, ya que su elevado coste, que supone aproximadamente la mitad del total de los proyectos, repercute directamente en el encarecimiento de la vivienda. El alto coste del suelo, además de influir en el precio de las viviendas, supone un importante freno a la diversidad de participantes en el sector, ya que pone muchas trabas al promotor local que no cuenta con la capacidad financiera suficiente como para adquirir nuevos terrenos.

Evolución favorable de las infraestructuras logísticas

Pasando a otro tipo de activos que también están evolucionando muy favorablemente, cabe destacar los espacios logísticos que se encuentran en plena disrupción y que están siendo diversificados para satisfacer las diferentes necesidades de su cadena de valor. Después de unos años de planificación y adaptación a la obligada aceleración tecnológica que sobrevino con la pandemia, el mundo de la distribución ha experimentado uno de los cambios más visibles para todos. Este nuevo entorno obliga a disponer de unas instalaciones logísticas que permitan atender la demanda de las nuevas dinámicas de los consumidores. La inmediatez a la hora de consumir, la generalización del e-commerce o la digitalización de todo tipo de compras ha cambiado el comportamiento del consumidor y, por ende, el tejido logístico.

¿Asistiremos a la desaparición de las oficinas?

Por último el segmento de oficinas también está experimentando una transformación que implica la adaptación de instalaciones e infraestructuras. Parece que tendencias como formatos híbridos y flexibles se van a consolidar. El supuesto fin de las oficinas no es una realidad, pero es cierto que uno de los grandes elementos para atraer o retener al talento es la flexibilidad y la posibilidad de teletrabajar, lo que supone transformar los espacios de oficinas tal y como los conocemos hoy en día. Cada vez vemos un mayor número de activos en los que se están realizando grandes inversiones para conseguir adaptarse a esta nueva realidad, dado que la transformación se está acelerando y nadie quiere quedarse atrás en un asunto que será crítico para la relación entre empresas y los empleados.

Publicado en ABC

Resumen

No cabe duda de que nos espera un 2022 apasionante, que puede y debe ser un año repleto de oportunidades. A pesar de que el sector de la construcción pudiera parecer demasiado grande para moverse con agilidad, cabe destacar que se está adaptando con flexibilidad. Variables como la sostenibilidad o la digitalización ya hace tiempo que se están incorporando tanto en infraestructuras como en viviendas. Los Fondos NextGenerationEU abren todavía más oportunidades a un sector clave en la economía, así como decisivo para consolidar una verdadera transformación a todos los niveles.

Acerca de este artículo

Por Fernando González Cuervo

EY España, Socio responsable del sector Construcción e Infraestructuras

Perseverancia y esfuerzo para generar una relación de confianza con los clientes, inspirar y motivar a los equipos con los que trabajo y para alcanzar siempre los objetivos establecidos.