- El parque de vivienda en España se caracteriza por su antigüedad y obsolescencia, por lo que es urgente su rehabilitación y "reconceptualización".
- El mercado de inversión institucional en España espera cerrar 2023 con un descenso del 22% interanual.
- Las transacciones de vivienda del sector minorista descendieron un 32% en 2023.
Varias administraciones públicas (ayuntamientos y gobiernos regionales) planean lanzar distintas iniciativas para construir 78.000 viviendas de alquiler asequible en colaboración con el sector privado. Este esfuerzo es insuficiente, ya que representa únicamente el 10% de las 800.000 que componen la nueva oferta de vivienda total prevista hasta 2033, según el informe The Living Property Telescope elaborado por EY. Se espera que tanto ayuntamientos como las comunidades autónomas sigan ofreciendo a los promotores inmobiliarios nuevas oportunidades de colaboración público-privada, pero tras las últimas elecciones aún no se ha concretado ninguna medida tangible.
El panorama de la vivienda en España está dominado por infraestructuras anticuadas y obsoletas, lo que demandan una rehabilitación y "reconceptualización urgente para hacerlas accesibles y atractivas para las nuevas generaciones. Con un 40% menos de compradores potenciales, esencialmente personas situadas entre 25 y 45 años, el sector se enfrenta a desafíos sin precedentes basados en la inevitable inversión en la pirámide de población desde la generación del "Baby Boom".
EY ha identificado 508.000 viviendas en ciudades como Madrid, Barcelona, Valencia y Málaga, que necesitarían ser reposicionadas para satisfacer la demanda de los próximos diez años y maximizar así su utilidad y rentabilidad. Esto se lograría adaptando estos espacios a estructuras compartidas bajo esquemas de gestión temporal especializada, una tendencia en aumento en las principales ciudades de España.
El año 2023 cerrará con una inversión institucional de 3.600 millones de euros en España, que implica un descenso interanual del 22%. Cabe destacar que el 19% de esta actividad inversora (aproximadamente 684 millones de euros) se ha destinado a la vivienda en alquiler, con un enfoque particular en conceptos alternativos como el "co-living", las residencias de estudiantes y de "Senior Living". De hecho, los usos alternativos de vivienda ya suponen el 21%. Este escenario ha sido posible gracias al apoyo de las entidades financieras, las cuales han proporcionado a los inversores institucionales implicados en este sector condiciones muy competitivas.
Las transacciones de viviendas en el sector minorista han descendido un 32% en el último año, en parte debido al encarecimiento de las hipotecas y a su menor atractivo para los segmentos más jóvenes debido a su alto precio y la inadecuación a sus estilos de vida. Además, la inversión en propiedades residenciales ha disminuido un 21% en 2023 y la cautela es la tónica general de los compradores. Se estima que el volumen de desinversión sea de 12,1 mil millones de euros.
En palabras de Javier García Mateo, socio responsable del sector Real Estate del área de Estrategia y Transacciones de EY “El esfuerzo del Gobierno para construir 78.000 viviendas de alquiler asequible es una buena noticia, pero es insuficiente para abordar el déficit de vivienda en España. Es necesario que se adopten medidas adicionales para rehabilitar el parque de vivienda existente y adaptarlo a las necesidades de las nuevas generaciones.”
En el ámbito global, la inversión institucional en activos inmobiliarios ha sufrido una abrupta caída del 46%, mientras que en el sector residencial, que representa el 26% de esos activos, el descenso es del 54%. A pesar de estos datos, se prevé que la inversión anual alcance los 163 mil millones de euros para finales de año.