Lo más relevante es el enfoque temporal: en ambas naciones, esta transición se percibe como un cambio estratégico a largo plazo, y no como un ajuste táctico a corto plazo para mitigar riesgos puntuales. Para los líderes de Brasil, esta es una convicción particularmente fuerte.
Áreas de aplicación y factores habilitadores
La aplicación de la localización y regionalización abarca distintas áreas del negocio, en donde la cadena de suministro y operaciones es una de las más obvias en México. No obstante, el estudio de Brasil revela que tecnología y data es el área con la tasa más alta de aplicación para estos ajustes. Esto subraya una transformación que va más allá de la logística pura y se enfoca en crear estructuras de negocio digitalmente sólidas y geográficamente adecuadas.
Sorprendentemente, para los líderes brasileños, el nivel de innovación y calidad de la infraestructura y las condiciones del mercado no se ven como obstáculos, sino como factores habilitadores de sus planes de regionalización. Este optimismo sugiere que los CEO están viendo el potencial de la infraestructura regional, impulsando la confianza en la inversión local.
El factor arancelario y la respuesta estratégica
Las tensiones comerciales, como aranceles y controles de exportación, son identificadas como uno de los desafíos más significativos para alcanzar los objetivos financieros en Brasil, junto con la disrupción tecnológica y la incertidumbre macroeconómica. En México, la incertidumbre macroeconómica además de las limitaciones de infraestructura y capacidad de innovación son los desafíos más prominentes.
En este contexto, la amenaza de nuevos o mayores aranceles es un riesgo que exige una respuesta de alta prioridad. En este sentido, los directivos de ambas economías coinciden en que el aumento de aranceles se espera que debilite materialmente el desempeño financiero de sus compañías.