El COVID-19 es ya una pandemia a nivel global que está afectando a múltiples países en todos los continentes. Para el caso de México, es claro que evitar los contagios ya no es viable y la estrategia debería estar centrada en controlar los picos de infección en la población. Ante esta eminente crisis sanitaria y económica, resulta importante entender algunos análisis preliminares (cifras aproximadas y redondeadas) que se han llevado a cabo en relación al Coronavirus.
Las tasas de morbilidad rondan entre el 40 y 70%1, lo que significa que prácticamente cuatro de cada cinco personas se van a enfermar de COVID-19 en el transcurso de los próximos meses. Adicionalmente, de acuerdo con múltiples fuentes, se estima que el número de infectados a nivel mundial se multiplica cada día aproximadamente. Del total de personas que se infecten, se espera que el 15%2 va a requerir hospitalización por complicaciones debido a neumonía, mientras que otro 5%2 necesitará de cuidados intensivos, y el 80%2 restante solo sufrirá los síntomas de un resfriado.
Las tasas de mortalidad se encuentran entre el 1% y 5% 3 en algunas regiones dependiendo de las medidas de cada país para enfrentar la crisis y el acceso a servicios de salud. Se ha observado que existe comorbilidad del virus con diabetes y enfermedades cardiovasculares, lo que aumenta el riesgo de muerte 4. Sin embargo, a pesar de que ya se han probado una serie de medidas terapéuticas, solo se han encontrado tratamientos para llevar la enfermedad y no para su cura.
Considerando lo anterior, se puede concluir de manera preliminar que gran parte de la población mundial se enfermará en el transcurso de los próximos meses; sin embargo, la clave estará en suavizar los picos de infección para evitar la saturación de los sistemas de salud. Asimismo, dependiendo de las medidas de cada país, se esperarán disrupciones en las cadenas de suministro, especialmente de medicamentos y productos esenciales. Finalmente, debido a la disrupción operativa, se prevén impactos negativos derivados de cambios en las expectativas de los mercados financieros.
En cuanto a las implicaciones de esta situación en México; el país posiblemente enfrentará un gran reto de desabasto de medicamentos y de insumos para su elaboración. Aunado a esto, las medidas que se están tomando no son claras y la información pública es muy limitada.
Por lo tanto, al igual que pasó en Italia, España e Irán, es predecible una crisis de salud por falta de medidas de contención, esto debido a que difícilmente se lograrán controlar los picos epidemiológicos y, como consecuencia, la red hospitalaria actual podría no darse abasto para atender a la población en riesgo. Esta crisis podría ser aún más grave que en los países mencionados anteriormente debido a mayores tasas de diabetes y enfermedades cardiovasculares en México.
No solo se espera una disrupción en los sistemas de salud, también habrá implicaciones para las empresas; se prevén disrupciones críticas en algunos sectores (entretenimiento, movilidad, prestación de servicios) debido al establecimiento de medidas de contención (distanciamiento social). Las empresas de consumo masivo enfrentarán efectos látigo en la gestión de sus inventarios (acaparamiento) y dependiendo de la configuración de sus suministros, también podrían sufrir interrupciones operativas. Adicionalmente, se espera que se incremente el consumo y el comercio en canales digitales, así como las entregas de última milla; lo que implicaría retos para las empresas respecto a la gestión de sus cadenas de suministro para servir a los clientes a través de canales digitales de manera eficiente.
La situación exige la implementación de medidas por parte del Gobierno, entre las cuales se pueden resaltar:
- Incrementar la comunicación y colaboración con el sector empresarial para garantizar el abasto y la continuidad en las operaciones empresariales
- Apoyar en la creación de medidas que mitiguen el impacto económico/financiero en los sectores vulnerables
- Garantizar el funcionamiento efectivo y eficiente de las cadenas transfronterizas de suministro, especialmente las de productos médicos y otros bienes esenciales5
- Establecer medidas para garantizar el abasto y evitar el acaparamiento de bienes esenciales
- Comunicar los planes y las acciones que se tomarán a corto y mediano plazo para disminuir los picos epidemiológicos
- Construir o adaptar instalaciones alternas para la atención de personas infectadas y comunicar a la población las medidas y procesos de atención
- Llevar a cabo pruebas estadísticas de manera continua para valorar la evolución de la epidemia en México 6
Finalmente, resultará clave que las empresas implementen medidas para ayudar a sus organizaciones, empleados y clientes a navegar la eminente epidemia y crisis económica/financiera que se avecina en México. Entre ellas se encuentran:
- Establecer los protocolos y las medidas de gobierno de la empresa ante crisis
- Analizar los riesgos, impactos y la vulnerabilidad de su cadena de valor, ante disrupciones que tendrán debido a la crisis sanitaria (gente, suministros, liquidez, operaciones, etc.)
- Definir los procesos críticos y planes de contingencia para estabilizar/continuar la operación
- Crear las medidas de seguridad para sus clientes y consumidores
- Desarrollar escenarios y establecer medidas financieras (coberturas) ante posibles impactos
- Establecer protocolos de interacción del personal que colabora en la empresa