La principal tarea es llevar a cabo las estrategias de retorno al trabajo con precaución, cuidando ante todo la seguridad de los empleados y los clientes. Un enfoque por etapas permitirá a los bancos reevaluar la situación con frecuencia y monitorear la información emitida por el gobierno y las autoridades de salud pública.
Pronóstico del 2021:
Como es de esperarse, los directores no tienen perspectivas favorables sobre la economía global en 2021, pero son un poco más optimistas en cuanto a la rentabilidad de la industria, gracias a al amplio capital y liquidez que los bancos mantenían antes del comienzo de la crisis.
Como un aspecto clave de la planeación estratégica futura, las proyecciones para 2021 reflejan la imponente incertidumbre. El escenario base de EY-Parthenon pronostica que el producto interno bruto (PIB) disminuirá en un 15% por debajo de la línea de tendencia del segundo trimestre de 2020, y que la recuperación podría tomar hasta 2022. Otros escenarios alternos muestran un rango sumamente variado de posibles resultados, desde los optimistas (si se realizan más pruebas y se desarrolla una vacuna rápidamente) hasta los pesimistas (si se presenta un rebrote del virus). En el futuro previsible, el crecimiento macroeconómico dependerá en gran medida de la contención del virus.
Proyecciones de crecimiento del PIB de EY-Parthenon
Impactos en los modelos:
La sofisticación de los modelos que los bancos desarrollaron a lo largo de la última década para evaluar el capital y la liquidez serán puestos a prueba por primera vez en una crisis real. Modelar el impacto del COVID-19 requiere de métricas adicionales, tales como datos epidemiológicos, datos sociales y conductuales, acciones de gobierno e información específica por sector.
Los bancos deben elaborar un catálogo de escenarios con diferentes magnitudes de estrés y duraciones que utilizarán como base para su planeación financiera y operativa. Los Consejos de Administración deberán desempeñar un papel en el gobierno corporativo de dichos modelos conforme los apetitos de riesgo caen entre las distintas líneas de productos y sectores.
Aprovechar las oportunidades estratégicas:
El COVID-19 puso un alto al impulso que habían tomado las fusiones y adquisiciones. En el mes de abril, se realizaron únicamente 38 fusiones y adquisiciones en la industria de servicios financieros, de las cuales 13 fueron de banca y mercados de capital. Las grandes fusiones y adquisiciones anunciadas antes de la crisis tenían un fundamento estratégico claro y es probable que se lleven a cabo de cualquier modo. De hecho, la necesidad de transformación tecnológica podría fortalecer el caso de negocios para las nuevas adquisiciones en 2021, incluyendo la adquisición de empresas de FinTech, las cuales han visto una disminución en sus valuaciones, a pesar de que se requieren cada vez más ofertas de este tipo de empresas. Las desinversiones podrían convertirse en un tema común en las agendas de los Consejos de Administración a medida que los bancos reevalúan sus operaciones básicas.
La crisis también presenta oportunidades para rediseñar los modelos operativos utilizando modelos híbridos, más colaboración remota, oficinas y sucursales más pequeñas y un reequilibrio de las operaciones a nivel interno y externo. Las decisiones que tomen los Consejos de Administración durante 2020 deben establecer los cimientos para el éxito en 2021 y más allá.