La nueva realidad ha llegado abruptamente para quedarse. Las empresas que adopten nuevas tecnologías, automaticen sus procesos e introduzcan sistemas de inteligencia artificial obtendrán una ventaja competitiva. Este proceso reestructurará industrias enteras, y replanteará la naturaleza del trabajo y aprendizaje.
La coyuntura también demanda resiliencia, empatía y confianza por parte de los gerentes. Hay cuatro pilares fundamentales para maximizar su capacidad de liderazgo durante esta coyuntura.
- Comunicación activa: Si bien siempre ha sido importante, hoy tiene que ser clara, frecuente y cercana. Es fundamental que los líderes transmitan con transparencia cómo está evolucionando la empresa en esta coyuntura y qué medidas está tomando.
- Fomentar relaciones de calidad: Las interacciones creativas, basadas en un genuino interés por la persona, son, hoy más que nunca, clave para entender mejor a los miembros del equipo. Los gerentes deben incorporar en su entendimiento si sus colaboradores tienen, por ejemplo, hijos o adultos mayores a su cargo, o si sufren una enfermedad.
- Optimizar agendas: Como seres integrales, tenemos una agenda de trabajo, pero también para realizar otras labores en casa o compartir tiempo con la familiar. El equipo debe estar al tanto de eso.
- Retroalimentación constante: Estamos en un entorno de aprendizaje constante a través del ensayo y el error. Por eso, necesitamos una confirmación, más frecuente que antes, de cómo estamos trabajando.
Para construir un entorno equilibrado de trabajo y asegurar la continuidad del negocio también es importante fomentar el uso del tiempo libre para el autodesarrollo y bienestar, permitir que el equipo exprese sus preocupaciones a detalle, mantener la transparencia, estar disponible para todos por igual, identificar y asignar roles al equipo que faciliten verificar los avances, facilitar el intercambio de aprendizaje y uso de herramientas, fortalecer la cultura de la empresa y reconocer a las personas que intentan nuevas formas de trabajo.