5 minutos de lectura 12 abr. 2021

E-commerce en el Perú: ¿Qué se avizora para el 2021?

Por Marco Orbezo

EY Parthenon Leader, EY Perú

Líder de EY Parthenon Perú, con más de 20 años de experiencia brindando servicios de consultoría estratégica y comercial apalancada en innovación.

5 minutos de lectura 12 abr. 2021

Esta publicación es parte de la Revista Execution.

El e-commerce se ha convertido en una suerte de salvavidas para que las empresas puedan mantenerse a flote durante el vendaval.

La pandemia del COVID-19 ha cambiado el comportamiento del consumidor y no solo ha impulsado el consumo en el hogar a través del e-commerce en Perú y el mundo. Las personas han empezado a centralizar y construir todo su estilo de vida alrededor de sus hogares. Comedores convertidos en oficinas, balcones convertidos en gimnasios o habitaciones convertidas en cines indican que no solo el mundo viene cambiando rápidamente, sino también las tendencias de consumo. Estas evolucionan hacia una completa digitalización, donde la salud y el bienestar vienen convirtiéndose en los aspectos más importantes para la persona promedio.

Según los resultados de la sexta edición del EY Future Consumer Index, el 40% de encuestados aseguran que vivirán con miedo frente a la pandemia producida por la Covid-19, al menos por un año más, pese al inicio de las campañas de vacunación a nivel global. Este indicador ha mostrado un ligero incremento entre octubre del 2020 y febrero del 2021, respecto a la edición anterior del mismo estudio donde solo el 37% de personas señalaba dicho temor. Si bien este incremento puede parecer poco significativo, plantea la posibilidad de seguir aumentando en el tiempo con lo cual aparece un espacio de oportunidad para las ventas on-line en Perú.

E-commerce: ¿la solución para mantenerse a flote?

La respuesta tiene muchas aristas a considerar. No es un secreto que la pandemia producida por el Covid-19 viene afectando económicamente a gran parte del mundo. Pues, alrededor del 40% de encuestados en nuestro estudio ha visto disminuir sus ingresos, lo que conlleva a que un 60% evalúe -con mayor detenimiento- cómo gastará su dinero. Asimismo, el 41% de consumidores ha recortado el gasto en productos no esenciales mientras que el 46% desistirá o pospondrá la compra de artículos de lujo.

El Perú no es ajeno a dichas tendencias, pues el 56% de los consumidores se mantendrán en “modo ahorro” durante los próximos 6 meses, así como el 76% de consumidores que seguirá dejando de lado artículos no esenciales con una fuerte tendencia hacia el downsizing (adquirir menos productos) y downtrading (decantarse por opciones más asequibles).

Hoy vemos cómo algunos retailers están apostando por formatos de discounters (Mass de Intercorp Retail) o ‘cash and carry’ (la compra de Makro por parte de Intercorp Retail y la apuesta de Cencosud en este mismo sentido). Esto del lado de retailers, pero vemos también a compañías de consumo viendo muy de cerca lo que ha pasado en Colombia, por ejemplo, donde este formato de discounters ha crecido fuertemente, para aprender de esta experiencia y adaptar sus portafolios y formatos para poder generar negocio ante esta nueva necesidad de los clientes. Ahora no solo se trata de repensar portafolio, sino revisar la estructura de go to market para poder hacer los ajustes o inversiones necesarias en el mismo de manera que se pueda llegar con este portafolio de manera rentable a los clientes.
Marco Orbezo
EY Parthenon Leader, EY Perú

El consumidor promedio seguirá manteniendo la tendencia de “gastar menos” en productos de primera necesidad durante el 2021.

Pero no solo se trata de gastar menos en el futuro, sino también de que muchos consumidores han empezado a ver de manera más factible el hecho de realizar compras on-line de productos que solían adquirir en espacios físicos, ya sea por evitar cualquier contacto físico con el resto de personas o porque simplemente encuentran mayor practicidad en ello.

Todo hace indicar que los cambios recientes en el comportamiento del consumidor se asentarán y las empresas deberán adaptarse a la nueva normalidad, donde el comercio tradicional viene cediendo cada vez más terreno al comercio moderno, ya que el primero depende en gran medida del tráfico peatonal y las compras impulsivas.

El consumidor post Covid-19 en Perú

De acuerdo a la Organización Internacional del Trabajo (OIT), el PBI del Perú cayó un 30.2% interanual durante el segundo trimestre del 2020 como consecuencia directa de la pandemia. Dicha información se contrasta con la primera edición de nuestro estudio sobre consumo de EY Parthenon que revela las preferencias de compra de los consumidores durante el Covid-19 en Colombia, Ecuador, Perú y México, donde se revela que 9 de cada 10 personas han visto disminuir sus ingresos, siendo los trabajadores independientes los más afectados.

Sin embargo, y tal como proyectó el Banco Central de Reserva (BCR), la caída de la población económica activa (PEA) ha venido recuperándose desde el segundo semestre del 2020, tendencia que se mantendrá durante el primer trimestre del presente año. Ello, sumado a un crecimiento exponencial del 50% respecto al 2019 donde se registraron ingresos por 6 mil millones de dólares de acuerdo a información difundida por la Cámara Peruana de Comercio Electrónico y que augura un panorama más que alentador para el comercio electrónico en el Perú.

Por otro lado, según datos de la Cámara de Comercio de Lima (CCL), en la actualidad, el 40% de los comercios peruanos utilizan plataformas de e-commerce como canales de venta netamente online o como complemento de sus tiendas físicas. Así mismo, la cantidad de internautas en el Perú gira en torno a los 24 millones de usuarios, lo que representa una penetración del Internet del 72.9%. 

Asimismo, en términos de consumo con tarjetas de débito y crédito, el e-commerce tuvo un incremento significativo en su participación de mercado pasando del 12.5% al 35%. Mientras, el sector retail creció sustancialmente en 250%, convirtiéndose en el principal motor de la industria; gracias a que la penetración de compradores en línea pasó de 6 millones a 11,8 millones de consumidores al finalizar el año pasado.

Los diferentes modelos de e-commerce (tiendas propias de las marcas, marketplaces, alianzas con terceros, entre otros) han ido mejorando considerablemente a lo largo del desarrollo de esta pandemia. Han ido cerrando los gaps de experiencia de compra que tenían a inicios de la cuarentena. Es evidente que se ha ido mejorando cada vez más la experiencia del cliente, de punta a punta. Quizás la tarea pendiente está en innovar en cuanto a cómo igualar o mejorar la experiencia de compra de algunas categorías. Por ejemplo, cómo “probarme” un vestido o un par de zapatos en una tienda por departamentos, cómo escoger el pollo o las frutas en un supermercado. Esta sigue siendo una tarea pendiente en los retailers peruanos.
Marco Orbezo
EY Parthenon Leader, EY Perú

Dicho crecimiento, que podría ser considerado como circunstancial, es una tendencia que viene experimentando el mercado peruano, desde hace años, en términos de comercio electrónico. Indudablemente, la inamovilidad de las personas ha acelerado dicho crecimiento al fomentar el uso de plataformas on-line como único medio de compra biosegura de artículos no primarios. Ante ello, las empresas grandes y medianas se adaptaron y evolucionaron optimizando sus plataformas de venta on-line y el relacionamiento con el cliente. Sin embargo, las MYPEs y los pequeños negocios son aún materia pendiente, tanto como la brecha existente entre el consumo vía internet registrado entre Lima (90%) y provincias (10%).

Por ahora, el Estado ya vislumbra medidas para impulsar y fomentar el comercio electrónico, especialmente, para pequeños negocios. Por ejemplo, desde finales de noviembre del año pasado, la SUNAT aceleró la importación de productos, con un valor de hasta US$ 2.000, adquiridos en plataformas foráneas de e-commerce al implementar la tramitación anticipada de forma enteramente digital, permitiendo que las entregas de los mismos se realicen el mismo día de su arribo al país, proceso que anteriormente tardaba entre 3 y 5 días. 

También, desde Indecopi, se viene trabajando en fortalecer las normativas orientadas a la protección del consumidor on-line. A raíz del crecimiento exponencial del e-commerce durante el 2020, quedaron en evidencia algunos vacíos normativos que decantaron en más de 60 mil reclamos por parte de consumidores, tal como quedó reportado por dicha entidad en octubre del año pasado. Dichos vacíos representan oportunidades en materia de seguridad, responsabilidad de intermediarios y el derecho a arrepentirse de las compras realizadas vía online. Mayores garantías representan, sin duda, un aumento de confianza para aquellos consumidores reacios a realizar compras por Internet. 

Todas estas lecciones han permitido que los grandes retailers y medianas empresas optimicen sus tiempos de entrega a partir del mejoramiento de sus cadenas logísticas y de suministros implementando nuevos canales de recojo de compras y así descomprimiendo la carga del delivery en el proceso de venta.   

Estas medidas y buenas prácticas no solo beneficiarán a los consumidores finales, sino también a pequeños intermediarios que ofrecen sus productos a través de plataformas de venta on-line y dark stores, formato que ha venido proliferando y floreciendo, a partir de los retos y oportunidades presentados por la pandemia producida por la Covid-19.

Todo ello únicamente reafirma que no debemos dejar de lado lo más importante: el consumidor y las nuevas tendencias que llegan junto a la denominada “nueva normalidad”.

Resumen

El 2020 ha obligado a muchas compañías a realizar una profunda revisión de sus portafolios así como sus canales de venta. En ese sentido, el e-commerce se ha convertido en una suerte de salvavidas para mantenerse a flote durante el vendaval.

Acerca de este artículo

Por Marco Orbezo

EY Parthenon Leader, EY Perú

Líder de EY Parthenon Perú, con más de 20 años de experiencia brindando servicios de consultoría estratégica y comercial apalancada en innovación.