Entorno social: a nivel mundial, el COVID-19 viene desafiando los entornos sociales, con ello impulsa la creación de soluciones para las diferentes industrias y organizaciones. En la actualidad, los beneficios no solo son financieros, sino también reputacionales, la creación de valor, la búsqueda de mejora continua y la capacidad para sostener -en el tiempo- las decisiones pactadas, a pesar de los cambios en el entorno.
Para muchos empresarios, un área de Responsabilidad Social (RS) pudo parecer una moda, una tendencia que se manifestaba en algunos sectores más comprometidos con la sociedad, una opción costosa, un gasto innecesario; sin embargo, en la coyuntura actual, la RS presenta las siguientes ventajas: contribuye a la productividad, genera mayor fidelidad y lealtad de parte de los clientes, mejora la imagen de la empresa, entre otros. Según los especialistas en el tema, los consumidores establecen una relación positiva con las empresas socialmente responsables. Por esta razón, la RS agrega valor al consumidor, ya sea emocional, social o funcional.
Tanto la coyuntura actual, como la etapa post pandemia, requerirá que las personas y las organizaciones demuestren una altísima capacidad de adaptación y flexibilidad para la transformación digital, pues la tendencia hacia el mediano y largo plazo nos indica que nos encontramos únicamente en la fase inicial de una gran revolución. La clave del éxito de la transformación digital está en la transformación del líder y en su capacidad para desarrollar equipos de alto desempeño que se encuentren enfocados en temas de agilidad, digitalización, comunicación efectiva y oportuna, innovación, entusiasmo y, sobre todo, con compromiso y responsabilidad para desarrollar actividades.