A lo largo de mi práctica profesional, he observado que existe un desconocimiento en cuanto de lo que se trata del deterioro del valor de un activo, el cual normal y erróneamente se lo relaciona con el estado físico del activo, como, por ejemplo: Inventarios - Propiedad, Planta y Equipo.
Si bien el deterioro del estado físico de un activo genera una pérdida de su valor contable a la fecha de medición o valuación, también otras situaciones pueden generar que ese activo pierda su valor, el cual podría resultar transitorio. En este punto debemos recordar la definición de lo que es un activo según se menciona en el Marco Conceptual de las Normas Internacionales de Información Financiera – NIIF (IFRS por sus siglas en ingles), que menciona lo siguiente:
“Un activo es un recurso económico presente controlado por la entidad como resultado de eventos pasados, y que tiene el potencial de producir beneficio económico”, y agrego personalmente, donde un recurso económico deriva su valor de su potencial actual para producir beneficios económicos futuros”. Es decir que tiene la capacidad de generar flujo de fondos que recupere el valor del activo.
Considerando la definición expuesta, existen situaciones durante la vida de una Compañía que merecen un análisis de parte de los encargados y responsables de la preparación y emisión de los estados financieros, a efectos de verificar si los activos que están gestionando y presentando en el Balance General, no han sufrido un cambio en su potencial de generar beneficios económicos, y por lo tanto su valor deba ser revisado y ajustado como una perdida por deterioro en el valor del activo.
A efectos de lo antes mencionado, en cada NIIF que corresponda se trata de los indicadores que llevan a analizar si el activo perdió parte o la totalidad de su potencial de producir beneficios económicos, y por lo tanto debería ser estimado el ajuste de su valor, como ejemplo tenemos el caso de los inventarios con el valor neto de realización de la NIC 2, las previsiones para incobrables (perdidas crediticias esperadas) en la NIIF 9, el deterioro de valor de los activos de larga duración de la NIC 36.
Muchas veces la aplicación de los conceptos de las NIIF choca con la confusión de las entidades que preparan estados financieros de propósitos generales de que la perdida del deterioro no será deducible, y que la perdida será reconocida recién cuando se realice o consuma el valor del activo, lo cual escapa totalmente del principio de lo devengado.
En este punto es importante mencionar que una calificadora ya otorgó el grado de inversión a Paraguay, lo cual conllevará con el tiempo que más empresas locales demanden la preparación de sus estados financieros bajo estándares internacionales como son las Normas Internacionales de Información Financiera – NIIF.
Con la aplicación de conceptos de deterioro del valor de activos y otros conceptos de NIIF, necesariamente llevan a la consideración de la aplicación de la NIC 12 de Impuesto a las Ganancias, que provee el marco para armonizar la aplicación de las normas financieras, con los criterios fiscales.
Aliento a los directivos de la empresas, contadores y consultores, a preparar los estados financieros utilizando normas contables de calidad internacional, y transitar por el camino del cambio. Pasar de una contabilidad en base a criterios fiscales, a una contabilidad financiera, que beneficia a empresarios, reguladores y mercado de capitales teniendo estados financieros que reflejen la realidad económica de la Compañía, y sean comparativas con otras Compañías de la misma industria o sector.