Hemos identificado cuatro funciones potenciales para los proveedores que pueden ayudarlos a realinear su organización en torno a las necesidades de los clientes empresariales:
- Principal operador energético: ofrece opciones con tarifas sencillas, elección de la fuente y programas adaptados a las necesidades de las empresas
- Defensor de la transición energética: apoyo activo a los clientes empresariales para que comprendan y adopten soluciones de energía limpia, con asesoramiento y ayuda para acceder a los productos, servicios e incentivos adecuados.
- Orquestador de plataformas energéticas: proporcionando las plataformas, la tecnología y el soporte para ayudar a las compañías a controlar y optimizar el uso y los costos.
- Proveedor de soluciones especializadas: ofrece una gama de productos y servicios relacionados con la energía de forma individual o agrupados (por ejemplo, paneles solares, almacenamiento en baterías y energía como servicio).
En función de su propia cartera de soluciones, su modelo operativo y sus mercados, los proveedores podrían elegir un papel, o una mezcla de papeles, o pasar de uno a otro con el tiempo. Por ejemplo, un defensor de la transición energética puede convertirse en un orquestador de plataformas energéticas a medida que evolucionan los mercados energéticos y surge un mayor valor en la flexibilidad energética.
Ninguna función es mejor que otra, pero las empresas tienen diferentes puntos de vista sobre su valor. Casi la mitad (42 %) se siente más atraída por un defensor de la transición energética, mientras que casi una cuarta parte (23 %) desea que su proveedor desempeñe un papel más tradicional de operador principal.
Con sólo un tercio de las empresas (35 %) abiertas a que los proveedores de energía ofrezcan orquestación de plataformas y soluciones especializadas, dependerá de los proveedores reinventarse fundamentalmente si quieren asumir estas funciones. La colaboración, en particular, se convertirá en un factor crítico, con proveedores de éxito que trabajen sin problemas a través de una red cada vez mayor de partes interesadas para orquestar soluciones energéticas y ofrecer productos y servicios especializados y de valor agregado.
Reconfigurar el futuro de la energía
La energía es asunto de todas las empresas. Su impulso para crecer, descarbonizarse y competir se centra cada vez más en la energía, y están dispuestos a invertir más tiempo y dinero para obtener la experiencia energética que se ajuste a objetivos más amplios.
Satisfacer estas mayores expectativas es un desafío para los proveedores, pero también una oportunidad para obtener valor del tan esperado crecimiento de la demanda. Los proveedores que tomen medidas audaces para comprometerse, colaborar e innovar en un ecosistema de energía más amplio pueden construir una experiencia energética empresarial que impulse el crecimiento económico y, en última instancia, proporcione un legado aún más sustancial. Un sistema energético que alinee el crecimiento con la asequibilidad, la sostenibilidad y la resiliencia puede desencadenar una verdadera prosperidad y dar forma a un futuro energético más resiliente.
Seis acciones que llevar a cabo
- Conoce a los clientes empresariales de una forma totalmente nueva: ve más allá del sector, el consumo y la geografía para comprender los diversos impulsores de las necesidades y expectativas.
- Reinventa a los gestores de cuentas empresariales como gestores del éxito energético: capacita a los gestores para ofrecer recomendaciones personalizadas a los clientes empresariales, realiza un seguimiento de las tendencias y rompe los silos tradicionales de la organización para ayudar a convertir la energía en un diferenciador competitivo.
- Ofrece diferenciación digital: desarrolla herramientas que aporten ideas y consejos proactivos junto con interacciones habilitadas por la IA para el autoservicio, la educación y el análisis.
- Centrarse en el "medio descuidado": Superar las barreras que impiden a las organizaciones medianas ambiciosas hacer de sus objetivos energéticos una próspera realidad.
- Define tu rol en el impulso de la prosperidad energética: crea un plan de futuro que respalde la visión de la organización para satisfacer las necesidades de las empresas y captar nuevo valor. Identifica las lagunas tecnológicas y de capacidad y determina cómo colmarlas (por ejemplo, construye, compra, genera alianzas).
- Construir un ecosistema energético empresarial: asociarse con otras organizaciones para desarrollar y habilitar soluciones innovadoras que satisfagan mejor las diferentes necesidades de negocio de los clientes.