ASOS incorporó las conclusiones del equipo de EY-Parthenon en su plan estratégico trienal, lo que le permitió establecer objetivos claros para alcanzar sus ambiciones. Para ello, la empresa ha establecido un programa de transformación del valor en toda la empresa, que EY-Parthenon está ayudando a configurar.
Beighton cree que una de las razones por las que la relación entre los equipos de ASOS y EY-Parthenon ha funcionado tan bien es que ambas son organizaciones con un propósito definido. «Eso ayudó a generar y mantener la confianza», afirma. En esencia, ambos estamos de acuerdo en lograr resultados de una manera que nos satisfaga a los dos. Además, cuando surgen obstáculos durante el proceso, les permite volver a comprometerse con la confianza. Usted puede decir: «No estoy de acuerdo con esto, no estoy de acuerdo con aquello», pero en realidad ambos queremos algo mejor. Así que les vuelve a unir».
El trabajo de los equipos de EY ya ha empezado a dar sus frutos, con un fuerte ahorro de efectivo y costos en el primer año.
Como explica Beighton, también ayudó a la empresa a alcanzar una ambición que tenía desde hacía mucho tiempo. «Durante el mes de enero, la comodidad que habíamos logrado en el negocio y el colchón que habíamos creado en términos de mayores ganancias y flujo de caja —programas en los que EY-Parthenon estaba trabajando con nosotros— nos permitieron comprar Topshop [y otras marcas de Arcadia]», afirma. Si no nos hubiéramos reformado, no habríamos podido comprar esa marca que tanto deseábamos.
A medida que ASOS se prepara para el negocio en un mundo post-pandémico, ha identificado claras eficiencias y ahora tiene un plan estratégico inteligente, lo que la hace más resiliente, mejor preparada para el futuro y, en última instancia, capaz de seguir inspirando y deleitando a sus clientes veinteañeros amantes de la moda de una manera que es difícil que otros copien.