Las propuestas del presidente podrían tener repercusiones en inversiones en el sector y en proyectos de exploración, así como en toda la cadena de valor del gas natural y GLP.
Es posible que tanto empresas que buscan invertir, como las que tienen contratos vigentes, se vean afectadas por la postura del presidente de abogar por energías más limpias como se explica a continuación:
1. Corto plazo
Potenciales políticas fiscales podrían reducir el atractivo de la industria. La viabilidad de los proyectos de exploración y producción que requieran nuevas inversiones podría verse comprometida. Las nuevas políticas podrían impactar más de 70 contratos firmados para la fase de exploración, con inversiones por más de 4,000 millones de dólares.
2. Largo plazo
La oferta nacional de GLP y gas natural podría disminuir en los próximos años, una vez que expiren los contratos vigentes de exploración de petróleo y gas.
Además, se prevé que aumenten las importaciones de gas natural y GLP debido a la disminución en la producción nacional de ambas fuentes de energía.
Es posible que las importaciones de GLP aumenten y que para 2025 éstas representen el 45% del consumo total de Colombia; esto principalmente guiado por la decisión de Ecopetrol de reducir su oferta de GLP disponible para vender a empresas mayoristas y minoristas.
Para garantizar el abasto de gas natural y GLP, el presidente electo y las empresas de la industria de hidrocarburos están analizando las acciones viables para hacer frente a cualquier decisión relacionada con estas energías.
Por un lado, el presidente propuso reintegrar las importaciones de gas natural de Venezuela; sin embargo, esta opción parece ser poco probable debido a que la producción de petróleo se mantiene en niveles bajos, a pesar de los esfuerzos de Petróleos de Venezuela (PDVSA) por recuperar las capacidades y la rentabilidad de la empresa.
Por otro lado, Ecopetrol llevará a cabo una prueba piloto de seis meses de importar gas natural de EE. UU. para ampliar la cobertura de gas natural en la región occidental del país. Si esta prueba piloto resulta exitosa y económicamente viable, estas importaciones podrían considerarse a mayor escala.
Sin embargo, se espera que tanto la industria del gas natural como la del GLP sigan creciendo, gracias al interés del presidente electo de adoptar energías más limpias.
Conclusiones
- La industrias de GLP y las del gas natural seguirán creciendo: La administración actual seguirá favoreciendo directa o indirectamente el crecimiento de los mercados de gas natural y GLP. Este crecimiento será impulsado por el interés del presidente en adoptar energías más limpias y eficientes (incluyendo electricidad, que también favorece el crecimiento de la industria de GLP), lo que resultará en la disminución del IPM de Colombia y de la deforestación.
- La inversión en proyectos de exploración y desarrollo podría disminuir: Es posible que las políticas adoptadas por el gobierno actual repercutan en los planes de empresas que buscaban invertir en el sector, así como en los de aquellas con contratos vigentes.
- Las importaciones de gas natural y GLP aumentarán en los próximos años: Para garantizar el abasto de gas natural y GLP en Colombia (dada la esperada disminución en la producción nacional de ambos combustibles), es posible que haya un aumento en las importaciones de gas natural y GLP.
Además, viendo hacia el futuro, las empresas que aseguren acceso a las importaciones, reduzcan sus cadenas de distribución y eficienticen sus operaciones jugarán un papel muy relevante en el sector.