Adopción de vehículos eléctricos: ¿dónde está México en comparación con el resto del mundo?

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La preocupación por el cambio climático y los desafíos geopolíticos de la llamada permacrisis se han convertido en los catalizadores de la movilidad eléctrica a largo plazo. De acuerdo con el EY Mobility Consumer Index de 2023 —un estudio anual que ofrece una visión única de los cambios en los patrones de movilidad en el mundo pospandemia—, la intención de compra de automóviles en nuestro país se mantuvo en comparación con los niveles de 2022, alcanzando un 64%, donde 52% de los consumidores potenciales planea adquirir un auto nuevo y 12% un auto usado. Esto coloca a México como el tercer país a nivel global con mayor intención de compra de autos, tan solo después de India y Brasil.

El desafío para los fabricantes y concesionarios será aprovechar el creciente interés de las personas por los sistemas de propulsión alternativos y convencer a más compradores potenciales para que se decanten por un vehículo eléctrico en lugar de uno de combustión interna.

Tomando este informe como referencia, a continuación, presentamos algunas reflexiones sobre cómo la innovación tecnológica, las preocupaciones por el medioambiente y las preferencias cambiantes de los consumidores están tranzando el rumbo de la movilidad autónoma en México y el mundo. 

Panorama de los vehículos eléctricos en el mundo

La intención de compra de vehículos eléctricos sigue aumentando, lo que indica una confianza cada vez mayor por parte de los consumidores. Para poner en perspectiva, el 55% de los encuestados a nivel global tienen intención de compra un vehículo totalmente eléctrico, híbrido de enchufe o híbrido.

Por otro lado, según datos de LMC Automotive, la cuota de mercado mundial de los vehículos eléctricos alcanzó el 18% durante 2022, frente al 7% registrado en 2020. Tan solo en Noruega, la cuota de mercado alcanzó casi el 80%.

El futuro de la electromovilidad en México

El EY Mobility Consumer Index también registró un aumento en la preferencia de los consumidores mexicanos por los vehículos autónomos, con 44% de los encuestados interesados en adquirir un automóvil totalmente eléctrico, híbrido de enchufe o híbrido.

Si bien esta intención de compra sigue siendo inferior a la media global, de acuerdo con LMC Automotive los vehículos eléctricos (incluidos los híbridos) significaron alrededor del 4.9% de las ventas totales de automóviles en México durante 2022. Por otro lado, los vehículos totalmente híbridos representaron casi el 2% de las ventas totales en el país en 2022 y se espera que registren un crecimiento del 37% en 2023. 

La mejora en el rendimiento de los sistemas de propulsión alternativos (27%), los elevados precios del combustible (38%) y la preocupación por el medioambiente (48%) son las principales motivaciones para los compradores potenciales de automóviles eléctricos en México. Asimismo, el 82% de los encuestados de nuestro país están dispuestos a pagar una prima de hasta 30% por los vehículos eléctricos.

Persiste el enigma de la autonomía, el costo y la infraestructura de recarga

La infraestructura, el acceso y la rapidez de la recarga se están convirtiendo en los principales obstáculos para los compradores potenciales, incluso por encima de la ansiedad por la autonomía. Superar este tipo de preocupaciones será a la vez un desafío y una oportunidad para los fabricantes y los concesionarios.

A nivel global los subsidios del gobierno han reducido el costo inicial de compra de los vehículos eléctricos; sin embargo, la falta de infraestructura de carga (31%) y la preocupación por la autonomía (29%) siguen siendo los principales factores de disuasión.

En el caso de México, la preocupación por la falta de estaciones de carga (45%), la infraestructura de carga inadecuada (39%) y la falta de información (28%) son los principales factores que disuaden a los compradores potenciales de automóviles eléctricos.

Como hemos visto, el interés por los vehículos autónomos responde a la tendencia social que busca reducir el impacto de nuestras acciones en el medioambiente y representa una gran oportunidad para México de contribuir a la disminución de la huella de carbono.