Las empresas de consumo deben invertir en los datos, la tecnología y los sistemas necesarios para poder ofrecer los tipos de experiencias excepcionales a los consumidores que les darán una ventaja competitiva y las posicionarán como los próximos líderes en experiencia del cliente.
3. Planificación dinámica y ágil de la cadena de suministros
Durante el aislamiento social obligatorio, la gestión de inventarios se convirtió en un problema, ya que la gente empezó a almacenar y la manufactura se congeló temporalmente. El aumento de las ventas online, los patrones de consumo abruptos, la disrupción de los suministros y el futuro imprevisible han hecho que las organizaciones se den cuenta de que lo que funcionaba hasta ahora, no funcionará en el futuro. ¿Cómo pueden las empresas prever con precisión la demanda y captar el impacto de situaciones como una pandemia? Una forma eficaz sería una mayor colaboración para la detección de la demanda entre minoristas y fabricantes, especialmente para las anomalías. Además, la automatización de las operaciones de venta y la creación de un entorno digital para gestionar toda su cadena de suministros es fundamental si las empresas necesitan crear una capacidad de recuperación de las ventas.
4. Innovación en la conexión con el cliente
Aunque la gente sigue siendo socialmente distante, llevar las experiencias offline a la red garantizará que sigan conectando con las marcas con las que se identifican. Aunque el marketing digital ha sido uno de los objetivos de las empresas de bienes de consumo, debe darse un mayor impulso al aprovechamiento de los canales de comunicación de la nueva era para crear un compromiso más profundo con los consumidores. Algunas plataformas de redes sociales ya han permitido a las empresas de bienes de consumo ganar mayor tracción al personalizar la comunicación en comparación con los canales de marketing tradicionales.
Además, el marketing de influencers, los canales de YouTube, los blogs, etc., se están utilizando para crear emoción en torno a las marcas, los nuevos lanzamientos, etc., e impulsar a los usuarios finales hacia la compra. Las empresas están innovando constantemente nuevas formas de conectar con los consumidores. La adopción de tecnologías, como la Realidad Aumentada (RA) y la Realidad Virtual (RV), cambiará por completo la forma en que las marcas se comunican, lanzan nuevos productos y se relacionan con los consumidores, todo ello sin comprometer la seguridad de los consumidores.
Como el distanciamiento social sigue siendo la norma, llevar las experiencias offline a la red garantizará el compromiso continuado de los clientes con la marca de una organización. El siguiente paso, sin embargo, debe ser un mayor enfoque en el aprovechamiento de los canales de comunicación de la nueva era con el objetivo de crear un compromiso más profundo con el consumidor.
Para seguir siendo relevantes y adaptarse a los cambiantes comportamientos de los consumidores, las empresas de bienes de consumo deben adoptar modelos operativos ágiles para liderar este entorno dinámico. Lo digital se está convirtiendo en una parte integral del viaje de compra del cliente. Las organizaciones deben analizar los datos de consumo de los consumidores en los canales digitales existentes, modificar los inventarios, construir una red sólida y simplificar y optimizar la UI/UX para permitir una mejor experiencia de compra del cliente. Las tiendas físicas deben permitir la compra sin fricciones, rediseñar los espacios de las tiendas, racionalizar las operaciones de las mismas y reevaluar las redes de tiendas para aumentar la confianza del consumidor en los canales físicos. Esto debe estar respaldado por modelos de entrega flexibles y redes de suministro sólidas (tiendas y almacenes fungibles).
Se puede lograr una experiencia personalizada superior permitiendo un viaje de compra fluido para el consumidor con una estrecha colaboración entre los canales físicos y digitales y siendo innovadores en la creación de capacidades omnichannel. A largo plazo, la consecución de estos objetivos preparará a las organizaciones para el futuro y las ayudará a mantener su competitividad.
Resumen
La pandemia de COVID-19 ha creado lo que muchos esperan que sean tendencias irreversibles en los comportamientos de los clientes. Pero las empresas de bienes de consumo que aceptan esta nueva realidad y adoptan las tendencias emergentes, como la planificación ágil de la cadena de suministros y las formas innovadoras de conectar con los clientes, pueden obtener una ventaja competitiva.