Asesores financieros: el impulso que México necesita
El buen manejo de las finanzas personales es una oportunidad reservada para muy pocas personas. De acuerdo con la Encuesta Nacional de Inclusión Financiera (ENIF 2021), del total de la población adulta en México solo el 21% tiene una cuenta de ahorro formal y el 2% invierte. La baja tasa de ahorro formal y la falta de cultura de inversión son consecuencia de una educación financiera históricamente escasa e ineficiente. Al estar subinvertidos, los mexicanos están perdiendo poder adquisitivo a lo largo del tiempo y esto ha generado que el dinero sea su principal fuente de preocupación.
En un mercado como el mexicano, en el que las personas aún no tienen las herramientas necesarias para sacar provecho de los productos financieros, resulta especialmente crítico el papel de los asesores financieros. Se trata de profesionales que cuentan con la certificación de la AMIB3 y brindan consejos y sugerencias a los clientes con el objetivo de que puedan invertir de forma diversificada y alineada con los objetivos específicos de su patrimonio.
Esta figura es de suma importancia para que las personas comiencen a invertir planeada y ordenadamente su patrimonio y puedan cumplir sus metas y objetivos. Existen importantes oportunidades para lograr que el modelo de asesoría financiera en México se asemeje a referentes en Brasil y Estados Unidos. Para identificarlas fue necesario analizar el mercado mexicano, observar las tendencias mundiales y evaluar los modelos de asesoría exitosos en otros países.
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