Más finanzas sostenibles
En este contexto, necesitamos combatir el cambio climático, alcanzar los ODS y crear sociedades más justas. Esto requerirá un crecimiento de billones de dólares en el mercado de préstamos, inversiones y seguros sostenibles. Satisfacer esta demanda es una gran responsabilidad moral para la industria financiera, pero también una oportunidad de negocios histórica.
Un artículo publicado en Financial Times titulado “Eight essential ESG topics for 2022” establece que una de las predicciones más seguras para 2022 es que el mercado de bonos verdes seguirá creciendo. Los acuerdos de bonos sostenibles totalizaron USD 991.7 mil millones a nivel mundial en 2021, un máximo histórico y un 45% más que en 2020, según Refinitiv. Por su parte, HSBC estima que la oferta de bonos verdes será de unos USD 800 mil millones en 2022 y que los bonos vinculados a la sostenibilidad crecerán un 70 % hasta los USD 170 mil millones.
En este mismo sentido, en la COP26, el exgobernador del Banco de Inglaterra, Mark Carney, anunció que 450 bancos importantes -administradores de activos e inversores institucionales que representan hasta USD 130 billones en activos- se han unido a la Alianza Financiera de Glasgow para el Cero Neto (GFANZ) con el compromiso de alinear sus préstamos y carteras de inversión a los objetivos climáticos del Acuerdo de París.
Un total de 43 bancos de 23 países (con activos valorizados por USD 28.5 billones) forman hoy la alianza denominada Net-Zero Banking Alliance (NZBA), convocada por la Iniciativa financiera del Programa de las Naciones Unidas para el Medio Ambiente, y sus miembros se han comprometido a descarbonizar sus carteras para el año 2050 o antes. Por ejemplo, BBVA se ha comprometido a que sus carteras de financiación sean neutras en emisiones de gases tóxicos en 2050. Además, tomó la decisión de dejar de financiar a empresas de carbón para uso energético antes de 2030 en países desarrollados y antes de 2040 para el resto. De otro lado, BNP Paribas cuenta con una política para reducir las emisiones de su portafolio, y desde 2015 viene alineando su portafolio al Acuerdo de París y se ha centrado en eliminar de su cartera los combustibles fósiles más perjudiciales (carbón e hidrocarburos no convencionales) y en la aceleración de su financiación de las tecnologías de baja emisión de carbono.
Las instituciones financieras tienen que profundizar su conocimiento de los negocios que financian ya que la transición a cero neto implicará más que simplemente inversiones y suscripción de activos y negocios "verdes", como las energías renovables y los vehículos eléctricos. Para lograr el cero neto en toda la economía, los activos y las empresas más intensivas en carbono requerirán financiamiento para ayudarlos a hacer la transición a un modelo de negocios verde. Para muchas empresas, la transición significará un cambio fundamental en sus operaciones, por lo que para que esos cambios sucedan necesitarán capital. Las aseguradoras, los bancos y los inversionistas jugarán un papel crucial para hacer que ese capital esté disponible, y para incentivar y apoyar a sus clientes e inversionistas a medida que realizan sus transiciones.
Tendencias en inversiones ASG
La pandemia de Covid-19 ha sido un punto de inflexión para los enfoques basados en ASG, tanto en la comunidad de inversionista como en las empresas, actuando así como catalizador para una integración aun mayor de consideraciones ASG en la toma de decisiones de inversión y la estrategia corporativa.
En noviembre 2021, EY Global publicó la sexta encuesta mundial de inversionistas institucionales titulada “Is your ESG data unlocking long-term value?”, un estudio que recoge la opinión de 324 altos ejecutivos responsables de la toma de decisiones en instituciones compradoras de todo el mundo y respecto a la cual analizaremos las siguientes tendencias: