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De Robocop a la digitalización de la auditoría


Columna de Víctor Tanaka, publicada en el diario Gestión el 12 de enero de 2022

La saludable transparencia que se viene fomentando desde hace mucho tiempo en el entorno de negocios, así como las herramientas y procedimientos utilizados para la detección oportuna de operaciones dudosas que ponen en riesgos a las empresas, se han visto claramente apoyadas por el desarrollo tecnológico. Un caso muy sonado fue el de “Robocop”, el modelo de calidad contable que bajo la automatización analiza el reporte de cada compañía dentro las primeras 24 horas de haber sido publicado y ha sido usado desde el 2013 por la Comisión de Bolsa y Valores de EE. UU. (conocida como SEC, por sus siglas en inglés). 

En el Perú la evolución también se viene dando. La auditoría basada en muestras estadísticas le viene dando paso a una auditoría digital que permite la evaluación íntegra de los datos, el 100%. Esto permite identificar tendencias y anomalías en los procesos y controles, mejora la eficiencia y eficacia de los procedimientos de auditoría, pues nos libera del tiempo enfocado en tareas rutinarias para centrarnos en los asuntos más significativos y relevantes. De esta manera, genera además mayor confianza en los grupos de interés, pues basan sus decisiones en información que ha sido examinada bajo el enfoque de una auditoría moderna centrada en el análisis poblacional de los datos, y podríamos seguir con una gran lista de beneficios.  

 

Ahora bien, hay que estar alertas pues en tiempos de incertidumbre, como los vividos en los últimos casi dos años, ya sea por la pandemia o la polarización política, de acuerdo con la “Encuesta Global de Integridad 2020” de EY, en el Perú el 73% de trabajadores considera que mantener los estándares de integridad en periodos de cambio o condiciones de mercado complicadas, es sumamente difícil. A esto se suma que 1 de cada 3 personas estaría dispuesta a realizar actos no éticos con el objetivo de mejorar y/o proteger su carrera o remuneración en situaciones de crisis. Esto es una señal de alerta para integrar la auditoría en prácticamente todas las áreas, buscando analizar información antes que la misma se transforme en un registro contable equívoco. 

 

Para ello la figura del auditor debe cambiar, ya no es solo ser el “fiscalizador” sino pasar a tener un rol más activo y holístico en las entidades. No solo estando a la par del ritmo frenético de los cambios de las NIIF, el impacto del cambio climático en los reportes que emiten las empresas o el análisis de controles, sino también con un cambio de mindset más dinámico, analítico, desarrollando habilidades de interpretación y análisis de datos usando herramientas de big dataanalytics, y más. El no estar adecuado a estos cambios podría poner en riesgo la información financiera de su empresa. 

Resumen

La auditoría basada en muestras estadísticas ha evolucionado dándole paso a una auditoría digital que permite una evaluación íntegra de los datos. Esto brinda beneficios como identificar tendencias y anomalías en los procesos y controles, mejorar la eficiencia y eficacia de los procedimientos de auditoría.

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