La hiperautomatización dirigida desde una visión estratégica posibilita a las compañías a hacer las cosas de una manera diferente.
El lugar de trabajo tradicional está evolucionando y la pandemia se ha convertido en un acelerador para satisfacer las necesidades de la fuerza de trabajo remota. El cambio, ya sea tecnológico, cultural o económico, no se detiene y muchas organizaciones están embarcándose en procesos de transformación digital a gran escala para seguirle el ritmo. Esto no solamente responde a una tendencia tecnológica sino también a necesidades de negocio donde los clientes se han vuelto más “digitales” y esperan información accesible, clara y rápida de las transacciones que manejan con sus proveedores. Ocurre una situación similar con los trabajadores, yendo más allá de si trabajan en empresas de gran tamaño o dispersión geográfica, puesto que aplica para todos aquellos que trabajan de manera remota y buscan interactuar con su empleador de manera rápida, más allá del tradicional correo o llamada telefónica.
Diversas organizaciones han adoptado la idea de una optimización de la fuerza de trabajo al digitalizar la labor remota, apalancándose en machine learning o utilizando herramientas de inteligencia artificial. Si bien automatizar tareas comunes de oficina continúa siendo un territorio poco explorado, con el enfoque y asesoría adecuados, es posible lograr retornos significativos.
Las organizaciones que han adoptado la automatización inteligente han reportado una mejora en reducción de costos, cumplimiento normativo, mayor exactitud en la ejecución de sus planes, mayor productividad y nuevas fuentes de ingreso, siendo todas ventajas competitivas que afectan positivamente el resultado global de la compañía. Para convertir la automatización y la tecnología en una ventaja competitiva, las compañías necesitan trazarse metas ambiciosas, tales como implementar la hiperautomatización.