Reflexiones de diferentes autores -nacionales e internacionales- acerca de la infraestructura actual y las posibles medidas a adoptar para un futuro sostenible.
Durante los últimos años, las APPs se han convertido en un vehículo importante para el desarrollo de proyectos de infraestructura, contribuyendo significativamente en el desarrollo económico del Perú, frente a las limitaciones de presupuesto público de los distintos niveles gubernamentales.
Sin importar qué lugar del mundo visitemos, la infraestructura es la piedra angular del bienestar económico y social. La infraestructura sustenta el transporte eficiente de personas y productos; suministra servicios esenciales como agua, saneamiento y electricidad; provee espacios para la educación, salud y funciones judiciales; hace posible el entretenimiento y ocio.
Cuando funciona, nadie habla de ello. Cuando falla, aparece en los titulares
En un país con carencias sostenidas de inversión en infraestructura, la competitividad económica puede verse afectada. La brecha de infraestructura global es tan grande que para cerrarla en el año 2030 serán necesarios aproximadamente hasta US$70 billones.
Esta brecha se ve incluso más desalentadora si consideramos los obstáculos fiscales y políticos que existen para proporcionar infraestructura esencial. Los ingresos del Gobierno son restringidos y los gastos en el sector público están continuamente en la mira, en especial cuando se trata de megaproyectos que implican el uso de una cantidad significativa de fondos de los contribuyentes.
En estas condiciones, hoy, más que nunca, resulta importante adquirir la infraestructura adecuada; es aquí donde entran en juego los project finance y las Asociaciones Público-Privadas (APPs).
Los modelos de project finance siguen evolucionando
El modelo de APPs no es ajeno al debate, en especial desde que la crisis financiera global transformó el status quo económico, dando lugar a un enfoque sin precedentes en la gestión financiera y el manejo eficiente de costos en la contratación pública.
A nivel mundial, el modelo de APPs se encuentra en una coyuntura fundamental. Países con mercados de APPs estables y maduros han sido impactados por el cambio en el clima financiero. En algunos lugares, el modelo de APPs y sus principios fundamentales han hecho frente a serios desafíos.
En otros países en los que, tradicionalmente, las APPs han tenido roles pequeños o ningún rol en el cumplimiento de la tarea de infraestructura, los Gobiernos están explorando el potencial de dicho modelo y han tomado medidas importantes para establecer políticas, portafolio de proyectos, recursos y alianzas con proveedores del sector privado. Estas áreas ofrecen lecciones interesantes para los mercados más consolidados. Las decisiones que toman los Gobiernos que están empezando desde cero pueden servir de retroalimentación para mejorar las APPs en los mercados consolidados, permitiendo una mejora continua.
Entre los años 2009 y 2016 se adjudicaron 61 proyectos de infraestructura bajo la modalidad de APPs, por una inversión total de US$20.9 mil millones, reflejando el gran interés del sector privado y público en establecer este tipo de modalidad de proyectos, sobre todo en los sectores de transporte y energía (electricidad), que representaron el 35% y 33% de los proyectos adjudicados respectivamente.