Uno de los mayores desafíos que ha enfrentado Olga en su gestión ha sido ofrecer una educación de calidad en un entorno sumamente competitivo. "Brindar una educación diferenciada y de calidad es un imperativo ético para nosotros", asegura.
En un mercado donde grandes instituciones con amplios recursos financieros buscan atraer a los mejores estudiantes, la Universidad Norbert Wiener ha optado por innovar constantemente para mantenerse relevante en el mercado y diferenciarse.
Olga ha liderado la implementación de programas académicos que no solo cumplen con los estándares nacionales, sino que también se alinean con las tendencias globales.
La virtualidad presentó un desafío adicional, que fue superado exitosamente. "Gracias a Dios, en el área de posgrado ya contábamos con plataformas como Blackboard, que nos permitieron hacer la transición más fluida", recuerda Olga. Un viernes, durante una reunión de consejo, se tomó la decisión de que, a partir del lunes (debido a la pandemia), todas las operaciones se llevarían a cabo de manera virtual. Con solo un fin de semana para prepararse, el equipo se organizó para garantizar que todos los docentes y estudiantes tuvieran acceso a los recursos necesarios.
Los desafíos de la virtualidad en la educación no solo implicó el uso de plataformas digitales, sino que requirió una transformación integral en la gestión educativa. "Tuvimos que capacitar a todos los docentes para que pudieran utilizar las herramientas virtuales, desde subir sus presentaciones hasta tomar asistencia en línea", explica. En lugar de paralizarse, la universidad aprovechó la situación para fortalecer su infraestructura tecnológica y mejorar la experiencia de aprendizaje.
A pesar de los obstáculos, la universidad no solo logró adaptarse, sino que también creció en número de estudiantes durante este periodo. "Conscientes de que muchos de nuestros colaboradores eran el único ingreso formal en sus familias, trabajamos arduamente para asegurar la sostenibilidad de la institución", dice Olga.
Se implementaron estrategias para mantener la plantilla de personal y se ofrecieron capacitaciones para que todos pudieran contribuir en el nuevo entorno virtual. "La educación es un trampolín para mejorar tanto económica como socialmente, y estábamos decididos a no dejar a nadie atrás", indica Olga.