El crecimiento de las exportaciones agrícolas también ha sido impulsado por productos como el cacao y el café, que han visto un incremento notable en sus ventas debido al aumento de sus precios internacionales. Además, el sector de frutas, que representa el 50% de las agroexportaciones del país, continúa en expansión, con productos como la palta y las uvas frescas liderando las exportaciones. Actualmente los principales destinos de los productos agrícolas peruanos son Estados Unidos (35%), Holanda (14%) y España (6%), tres mercados estratégicos para las agroexportaciones peruanas.
A pesar del crecimiento y las oportunidades que enfrenta el sector agrícola peruano, también se presentan desafíos considerables. Uno de los más importantes es la necesidad de modernizar la infraestructura agrícola del país. El informe de EY señala que, según el Banco Mundial, la brecha en infraestructura agrícola en el Perú es de US$37,000 millones. Para cerrar esta brecha y llevar el sector al siguiente nivel, serán necesarias inversiones significativas en áreas como sistemas de riego y la adopción de tecnologías de precisión.
En este contexto, el Gobierno ha promovido proyectos de irrigación de gran impacto para 2024, como Chavimochic III en La Libertad, Majes-Siguas en Arequipa, Chinecas en Áncash y Chonta en Cajamarca. Estas iniciativas no solo buscan ampliar la frontera agrícola, sino que también tienen el potencial de generar miles de empleos y fortalecer la economía del país. La implementación de estos proyectos también mejorará la eficiencia en la producción y aumentará los rendimientos, permitiendo que los agricultores enfrenten de manera más efectiva las demandas de un entorno global cada vez más competitivo.
Este año, el sector agrario y de riego cuenta con un presupuesto institucional modificado (PIM) de poco más de S/1,190 millones para proyectos, según datos de Transparencia Económica del Ministerio de Economía y Finanzas (MEF). Hasta el 19 de octubre de 2024, se ha ejecutado el 53.5% de este monto. Esto implica que, en poco más de dos meses, el sector deberá ejecutar cerca de la otra mitad de sus recursos para obras, es decir, más de S/553.9 millones. Por ejemplo, en el proyecto Chavimochic III el presupuesto es de S/37,500 millones, pero se ha invertido solo el 18.1% hasta la fecha.
Otro desafío clave para el sector agrícola peruano es la sostenibilidad. El futuro del sector no solo dependerá de su capacidad para crecer y modernizarse, sino también de su habilidad para gestionar de manera sostenible los recursos naturales, como el agua y el suelo. La adopción de prácticas agrícolas más sostenibles será fundamental para mitigar la vulnerabilidad del país frente a eventos climáticos extremos. Esto es especialmente relevante tras los daños significativos que sufrió la agricultura en 2023, debido a fenómenos como el ciclón Yaku y El Niño. De acuerdo con el BCRP, la producción del sector agropecuario cerró ese año con una caída del -2.91%, marcando su peor resultado en 30 años, superado solo por la caída del -7.7% registrada en 1992, también afectada por factores climáticos. Mientras que el Ministerio de Economía y Finanzas (MEF) señaló que el paso del ciclón Yaku provocó pérdidas de S/1,300 millones, lo que equivale al 0.1% del PBI.
Al promover una mejor gestión de los recursos naturales, nuestro país no solo protegerá sus ecosistemas, sino que también fortalecerá la competitividad de su sector agrícola en un contexto global donde la demanda de productos agrícolas sostenibles está en auge.
El sector privado también desempeña un papel fundamental en el proceso de transformación del sector agrícola peruano. Las inversiones en infraestructura agrícola, como los sistemas de riego y la adopción de tecnologías de precisión, ya están mejorando la eficiencia y aumentando los rendimientos. La modernización del sector será clave no solo para optimizar la producción, sino también para enfrentar los desafíos que presenta un entorno global en constante cambio, marcado por la volatilidad de los mercados y la creciente demanda de productos sostenibles.
El sector agrícola peruano enfrenta una combinación de grandes oportunidades y desafíos significativos, más aún con la apertura del megapuerto de Chancay que impulsará mayores ventas y despachos hacía los mercados asiáticos. Con un crecimiento económico proyectado de 4% del PBI agrícola para el periodo 2025-2027, de acuerdo con el Ministerio de Economías y Finanzas (MEF). El país tiene una posición estratégica para aprovechar su biodiversidad y su sistema de inversión abierto para atraer capital extranjero. La diversificación de cultivos, el fortalecimiento de la infraestructura agrícola y el impulso a la innovación tecnológica serán fundamentales para consolidar este crecimiento y garantizar que el sector agrícola peruano continúe siendo un pilar clave de la economía nacional en los siguientes años.