El COVID-19 cambió el comportamiento del consumidor, potencializó las compras online y planteó nuevos desafíos para el supply chain.
Hace varios meses, con la amenaza del COVID-19, el comportamiento de los consumidores se vio afectado por el pánico y la incertidumbre. Iniciamos un periodo de cuarentena con compras impulsivas que generó algunos desabastecimientos temporales de productos de primera necesidad. Sin embargo, con el paso de los meses, el perfil del consumidor local fue demostrando su facilidad para adaptarse rápidamente al cambio.
Muchas personas modificaron sus hábitos de compra: pasaron de ser “multicanales” a preferir un solo canal, a evitar compras innecesarias, priorizar los precios bajos, salvo que la marca demuestre la superioridad del producto o servicio, y, con mayor frecuencia, a optar por el uso de los canales digitales. En paralelo, las organizaciones se enfrentaban a los nuevos requerimientos de los consumidores y con ello a la insatisfacción constante generada por las demoras en la entrega de los productos, las anulaciones de pedidos debido a un stock desactualizado en la plataforma virtual.
En suma, las constantes confusiones al momento de la entrega de productos, entre otras dificultades, demuestran la necesidad actual de estar preparados para responder ágilmente a los cambios y, al mismo tiempo, a ser capaces de generar oportunidades de negocio. Con el acelerado proceso de la innovación tecnológica, las organizaciones deben reevaluar su infraestructura digital actual e identificar debilidades en su cadena de suministros, siendo esta última la clave para mejorar la eficiencia.
Los modelos tradicionales empleados para la obtención de datos se han vuelto ineficientes e insuficientes, debido a la demanda de tiempo que se necesita para realizar entrevistas, recopilar y estructurar datos. En algunos casos, es probable que los prejuicios personales afecten el avance y que los datos recopilados, en especial los “críticos”, estén propensos a errores, debido al factor humano.
Tanto en el Perú, como en el resto del mundo, la evolución digital global, las cadenas de suministros continúan reinventándose: han pasado de un modelo lineal a convertirse en redes complejas que dependen de la transferencia dinámica y fluida de la información y los materiales. Así, las organizaciones recurren cada vez más a las capacidades de la Industria 4.0, especialmente, a los “gemelos digitales”; sin embargo, el primer paso, es poder acceder y recopilar más información inteligente sobre la cadena de suministros.
Los ecosistemas digitales, a través de la Minería de Procesos Digitales (“DPM”, por sus siglas en inglés), incorporan un conjunto de herramientas que permiten, no solo abordar las deficiencias de los modelos tradicionales, sino también aprovechar los datos de una empresa, como la planificación de recursos empresariales (“ERP”, por sus siglas en inglés) y los sistemas de soporte para realizar un análisis basado en hechos de los diferentes procesos comerciales, obtener conocimientos y, sobre todo, crear un motor de transformación continua para el negocio. Asimismo, ayuda a decodificar la respuesta a la disrupción digital para obtener la información necesaria para la toma de decisiones de manera confiable y segura, basándose no solo en los datos, sino también en los contextos y la evidencia.
DPM hace posible acceder a datos procesados en tiempo real que pueden compararse con los datos maestros del ERP para identificar posibles discrepancias. Además, permite a las organizaciones, observar los mapas de procesos actualizados que pueden enfocarse en distintas variantes, según sea requerido; y, habilita la visualización de la cadena de suministros de end-to-end (E2E) que permite anticipar posibles interrupciones, tomar decisiones sobre mejoras específicas y construir cadenas de suministro capaces de satisfacer las necesidades cambiantes de los clientes.
Como ejemplo, el caso de Fortune 500, una compañía que notó beneficios en solo tres meses; desde el principio, había recurrido a distintos módulos de ERP para obtener visibilidad de la oferta y la demanda, sin embargo, este proceso era ineficaz, debido a que consumía mucho tiempo y los datos incluidos en los tableros de control eran extraídos manualmente del ERP y actualizados con poca frecuencia, de forma mensual o trimestral, aumentando el riesgo de error. Su objetivo era digitalizar su cadena de suministros de end-to-end para que el proceso de la realización de pedidos sea más eficiente.
Para alcanzar su objetivo, la Compañía implementó DPM en su cadena de suministros. Se crearon tableros de control operativos y ejecutivos que proporcionaban una descripción general de E2E, cuyos datos eran extraídos tres veces al día y proporcionaban información en tiempo real. Así, en los tres meses posteriores a la implementación, el tiempo de entrega a sus clientes clave mejoró en un 20%, logrando beneficios a nivel estratégico, táctico y operativo.
Por su parte, los llamados “gemelos digitales”, mediante la recopilación de inputs, utilizando las tecnologías y las capacidades de la nube, crean una réplica virtual de la cadena de suministros de end-to-end, visualizada con salidas de procesos en tiempo real para monitorear, simular y optimizar su desempeño.
Ante un futuro que hace más probable la presencia de disrupciones, los gemelos digitales, permitirán realizar evaluaciones más profundas del desempeño histórico de los flujos de valor de las cadenas de suministro, mediante el análisis retrospectivo y el mapeo de los flujos de valor en tiempo real, así como, anticipar deficiencias e interrupciones, a través del análisis predictivo.
Los gemelos digitales suponen un modelo integral de análisis y permiten la comprensión, a través de simulaciones, sin modificar la realidad, ni realizar inversiones costosas. Por eso, ante las nuevas necesidades de los consumidores, más aun en los últimos meses, es probable que continúen presentándose cambios, incluso después de la pandemia, por ello, la innovación de los gemelos digitales hace posible que las organizaciones puedan cumplir los compromisos de sus clientes y, a su vez, mitiguen cualquier impacto generado por nuevos sucesos.
En este sentido, debido a la constante evolución de la era digital y a la experiencia de vivir en un entorno que cambia continuamente, se hace inevitable la transformación de las necesidades y los valores de los consumidores. Es vital que las organizaciones continúen en el proceso de actualización periódica e implementen herramientas, tales como la Minería de Procesos Digitales y los gemelos digitales, que les faciliten una visión integral para la toma de decisiones y les permita anticiparse a situaciones que podrían impactar directamente en sus resultados. Al igual que Fortune 500, las empresas peruanas deben enfrentar distintos desafíos, sobre todo, su integración con las cadenas globales de suministros que les permitan alcanzar beneficios sustentables.