Lo que pueden hacer los líderes ejecutivos sobre el riesgo y la controversia fiscal
La noticia positiva es que hay varias prácticas líderes claramente establecidas que pueden adoptarse ahora para posicionar mejor a su empresa. En términos generales, estas acciones se llevan a cabo en las tres fases principales del ciclo de vida de las controversias fiscales, con un enfoque clave en la prevención de los conflictos desde el principio:
- En primer lugar, poner en marcha los controles interconectados de personas, impuestos y empresas y la tecnología global que ayudará a la empresa a evaluar su espectro de riesgos fiscales activos, globalmente y en tiempo real.
- En segundo lugar, gestionar mejor los riesgos fiscales en curso a través de una estrategia global que perfeccione continuamente estos controles y haga uso de todas las herramientas y programas de prevención y resolución de conflictos disponibles
- En tercer lugar, cuando se produzcan disputas fiscales, asegurar una resolución rápida y eficaz, lo que idealmente permitirá a la empresa avanzar libre de litigios no deseados y de la comúnmente resultante provisión de impuestos
Muchas empresas multinacionales se han centrado históricamente, a veces hasta la exclusividad, en ese tercer y a menudo último paso, perdiendo la oportunidad de reducir la probabilidad de que los riesgos tributarios se conviertan en disputas fiscales en primer lugar. Sin embargo, existe una forma diferente, basada en una gestión más temprana y proactiva de los riesgos fiscales y centrada en la transparencia, la proactividad, la coherencia y la previsibilidad.
Prepararse para el cambiante entorno de aplicación de impuestos requiere inversión y compromiso, y también puede requerir un replanteamiento de los planes en la capa ejecutiva, especialmente si el 79 % de los ejecutivos en la encuesta EY Tax and Finance Operate 2020 sigue adelante con su planificación para reducir el costo de su función fiscal y financiera durante los próximos dos años. Pero si bien estos impulsos para reducir costos son casi universales en tiempos difíciles, no estar preparado para futuros riesgos fiscales puede ser más costoso a largo plazo.
La transformación completa de su futuro modelo de riesgo y controversia fiscal no tiene por qué producirse de la noche a la mañana. Las empresas que, en nuestra opinión, están realizando los mayores progresos en este ámbito, se han tomado el tiempo necesario para identificar cuidadosamente las prioridades más inmediatas y de mayor valor – la proverbial fruta al alcance de la mano – y, al mismo tiempo, definir qué otras prácticas líderes deberían formar su hoja de ruta estratégica a largo plazo para el cambio. En efecto, están construyendo su Departamento de Controversia Fiscal del Futuro, no de una sola vez, sino pieza por pieza, y con un claro estado futuro en mente que permite la adaptabilidad.
Los directivos deberían considerar la posibilidad de apoyar, o incluso encabezar, este esfuerzo dentro de sus organizaciones.