Destacan dos áreas principales de impacto. En la EY-Parthenon Geostrategy in Practice Survey 2025, realizada a más de 1.000 ejecutivos de todo el mundo, más del 60 % de ellos señalan repercusiones negativas en las operaciones y cadenas de suministro de sus empresas. Además, 57 % afirman haber sufrido impactos negativos en términos de reputación y cumplimiento.
Estas áreas de impacto no resultan sorprendentes dadas las prioridades de los responsables políticos, tal y como se destaca en 2025 Geostrategic Outlook. Los gobiernos de todo el mundo han aplicado políticas industriales y proteccionismo comercial a la producción onshore, nearshore y friendshore de productos críticos y sectores estratégicos. También hemos asistido en los últimos años a un mayor uso de las sanciones y a la introducción de más políticas antisanciones. También ha habido un aluvión de actividad reguladora, sobre todo en torno a la sostenibilidad y la inteligencia artificial (IA), con importantes divergencias en la regulación de los principales mercados.
Dado este impacto, tampoco es sorprendente que todos los ejecutivos encuestados dijeran que la geopolítica había impulsado cambios estratégicos en sus empresas, con especial atención a las cadenas de suministro. Nuestras entrevistas en profundidad con docenas de ejecutivos mundiales proporcionan información adicional sobre cuándo, cómo y por qué las empresas están optando por cambiar sus cadenas de suministro para adaptarse a las realidades geopolíticas emergentes.
La buena noticia es que sabemos, gracias al trabajo del equipo del Grupo Geoestratégico de Negocios de EY-Parthenon con los clientes y a una investigación en profundidad, que la mayoría de las empresas han empezado a tomar medidas en todos los aspectos de la geoestrategia en el Marco de la Geoestrategia (vía EY Estados unidos).
El 94 % de las empresas han aumentado el tiempo y los recursos que invierten en geoestrategia en los últimos 24 meses. Esta inversión está muy extendida. Más de la mitad de los ejecutivos afirman que su empresa invierte ahora más en cada área de acción geoestratégica —escanear, centrarse, gestionar y elaborar estrategias—, con el aumento más significativo en el escaneo para identificar y controlar los riesgos políticos.