Lo que pasó
En respuesta a la imposición de nuevos aranceles por parte de EE. UU. en febrero y marzo de 2025, algunos socios comerciales estadounidenses han respondido centrándose en la imposición de aranceles a las importaciones de productos agrícolas, alimentos y bebidas estadounidenses.4 Por ejemplo, China apuntó a más de 19.000 millones de dólares de exportaciones agrícolas estadounidenses con aranceles de 10-15 %. La respuesta de la UE incluye aranceles previstos sobre las importaciones de bourbon estadounidense.
El Departamento de Agricultura estadounidense ha anunciado una ayuda de hasta 10.000 millones de dólares estadounidenses a los productores agrícolas.
Una dinámica geopolítica más amplia —incluida la guerra en Ucrania, uno de los principales exportadores agrícolas— sigue contribuyendo a aumentar la volatilidad de los mercados agrícolas mundiales.
¿Qué sigue?
Los efectos dominó del anuncio del presidente estadounidense Donald Trump de imponer aranceles recíprocos el 2 de abril, incluso a productos agrícolas extranjeros, probablemente seguirán expandiéndose a medida que la administración actúe según su agenda de política comercial America First y otros países respondan.
Es probable que los responsables políticos y los productores agrícolas busquen nuevos mercados internacionales para sus productos. Esto sería una continuación de lo que ocurrió tras los aumentos arancelarios de 2018 entre EE. UU. y China, cuando la principal fuente de importaciones de soja de China se desplazó rápidamente de EE. UU. a Brasil, revirtiendo un esfuerzo de una década de los grupos comerciales de agricultores estadounidenses para desarrollar el mercado chino de la soja.
Impacto en el negocio
Los precios mundiales de los alimentos siguen siendo elevados en comparación con los niveles anteriores a la pandemia y los aranceles dirigidos a los productos agrícolas podrían ejercer una mayor presión al alza sobre los costos de las compañías de alimentos y bebidas.5 Los agricultores y las empresas agrícolas pueden enfrentarse también a presiones sobre los márgenes debido a los aranceles recíprocos. Los ejecutivos deben tratar de mitigar el aumento de los costes acelerando las iniciativas de productividad, compartiendo los impactos de los costos con socios estratégicos y otras medidas, además de identificar oportunidades para diversificar los mercados de destino.
Es probable que los cambios en la política comercial repercutan en toda la cadena de valor agrícola, afectando a la dinámica de la oferta y la demanda de todo tipo de productos, desde fertilizantes, maquinaria agrícola y productos básicos agrícolas hasta fibras, combustibles y alimentos. Aunque los agricultores reciban una compensación directa del gobierno, el panorama competitivo cambiará para el resto de la cadena de valor. Los ejecutivos de los sectores de la agroindustria, la alimentación y las bebidas, así como de los productos de consumo en general, deberían participar en la planificación de escenarios para identificar estrategias que garanticen la continuidad del suministro, prepararse para los cambios en la demanda y crear resiliencia ante futuros cambios políticos.6
Para más información, ponte en contacto con Sameer Anand.