EY se refiere a la organización global, y puede referirse a una o más, de las firmas miembro de Ernst & Young Global Limited, cada una de las cuales es una entidad legal independiente. Ernst & Young Global Limited, una compañía británica limitada por garantía, no brinda servicios a los clientes.
Cómo EY puede ayudar
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Nuestro enfoque de consultoría para la adopción de la IA y la automatización inteligente está centrado en el ser humano, es pragmático, se centra en los resultados y es ético.
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Para los líderes empresariales, la pregunta clave ya no es si las personas confiarán en la IA, sino cómo ganarse y mantener esa confianza a gran escala. Esto implica un compromiso con la transparencia, la ética y la supervisión humana. No basta con declarar principios: es necesario aplicarlos de forma consistente y verificable.
El estudio muestra que en contextos que implican un mayor poder de análisis, los usuarios aun presentan temor en su uso. Un ejemplo de ello es que solo el 46% de los usuarios encuestados se siente cómodo con que la IA evalúe reclamaciones de seguros o fraudes. Esto refuerza la necesidad de mantener al ser humano en el centro de la toma de decisiones, especialmente en interacciones de alto impacto
Y es que el verdadero poder de la IA no reside en la automatización, sino en la ampliación de las capacidades humanas. Las organizaciones que comprendan esto no solo impulsarán la adopción, sino que redefinirán su propuesta de valor. La IA debe ser vista como un habilitador que potencia la creatividad, la colaboración y la toma de decisiones informadas.
El futuro de la IA no se define por la tecnología en sí, sino por lo que las personas logran con ella. Las empresas que lideren esta transformación serán aquellas que combinen innovación con responsabilidad, y que entiendan que cada usuario es distinto. No se trata de convencer a las personas de usar IA, sino de empoderarlas para hacerlo con confianza, propósito y autonomía.
En un entorno donde la tecnología avanza más rápido que la regulación y la cultura organizacional, el liderazgo responsable será el factor diferencial. Las organizaciones que logren cerrar la brecha entre el potencial de la IA y su adopción real no solo ganarán competitividad, sino que contribuirán a construir una sociedad más conectada, informada y resiliente.