Además, 6 de cada 10 redujeron sus ingresos en más del 40% y consideran que no recuperarán su nivel de ingresos durante los próximos seis meses.
A pesar de esta situación, únicamente el 38% de los mexicanos encuestados informó haber solicitado un préstamo para apoyar su flujo, ya que el acceso a la banca sigue siendo limitado y existe una percepción mayoritariamente negativa (o inexistente) sobre el crédito y sus condiciones.
La mayoría de las personas no logró entender si su institución financiera ofrecía algún programa de alivio o en qué términos lo otorgaba. Solo un pequeño porcentaje los adoptó y no siempre salieron satisfechos. En este sentido, las instituciones financieras requieren implementar estrategias de comunicación más claras, donde destaquen algunos productos alternativos para que los clientes estén mejor preparados ante una situación de crisis.
El soporte crediticio y la calidad del servicio son los principales factores que impulsan la insatisfacción del cliente. De acuerdo con el estudio, aproximadamente 1 de cada 3 personas no está satisfecha con sus servicios bancarios minoristas pero solo el 5% se cambió a otro banco durante la pandemia debido a que perciben este proceso como complicado.