El principal objetivo de este estudio, realizado por el equipo de Strategy and Transactions de EY España, es aglutinar la información más relevante de los mercados financieros y de los principales indicadores macroeconómicos para facilitar la toma de decisiones. Nuestro análisis se centra tanto en la evolución a largo plazo – desde 2015 – como a corto plazo – desde 2021 – de los principales parámetros financieros y macroeconómicos por geografías, con especial foco en España, Europa y Estados Unidos.
Esta presentación, que contiene datos referidos a 31 de diciembre de 2022 (Q4 2022), se enmarca dentro de una serie de publicaciones trimestrales. Es por ello, que se hace especial hincapié en la evolución de los principales indicadores en este último trimestre.
Tras la subida de los principales índices bursátiles debido a la reactivación post pandemia durante 2021, 2022 ha sido un año con una bajada generalizada de los mismos, a pesar del rally experimentado en el último trimestre del año, especialmente en Europa. Como comentamos en anteriores publicaciones, el efecto de los cuellos de botella y el conflicto de Rusia y Ucrania han generado tensiones geopolíticas, así como desabastecimiento por el lado de la oferta, provocando retrasos en las cadenas de suministros y el incremento del precio de las materias primas. Todo ello ha causado, entre otros efectos, un crecimiento extraordinario de la inflación a nivel global, y con ello una respuesta de política monetaria, en un primer momento retrasada y acomodaticia, pero sin duda posteriormente restrictiva y a ritmos históricamente acelerados. Con ello, se ha provocado una bajada generalizada de los bonos gubernamentales y corporativos (con sus respectivos crecimientos de las yields) y bajada de los principales índices bursátiles. A este respecto, las diferentes medidas fiscales para mitigar el impacto de la inflación han acelerado los movimientos en los bonos gubernamentales.
Uno de los puntos más destacables de nuestro análisis es que la bajada experimentada por los índices bursátiles más destacados a lo largo de 2022 parece no tener su origen principal en una disminución de las previsiones de beneficios realizadas por los analistas. Los beneficios futuros de las compañías cotizadas medidos como los Earnings Per Share (“EPS”) se han mostrado estables durante 2022, debido al decalaje entre la evolución del entorno macroeconómico y la actualización de las previsiones de los analistas. Por otro lado, el incremento del riesgo total exigido por los inversores se ha incrementado durante este año. A efectos ilustrativos, desgranamos el riesgo total exigido entre la tasa libre de riesgo y la prima de riesgo del mercado. En este sentido, se observa que la rentabilidad de los bonos gubernamentales emitidos a 10 años, a menudo tomado como referencia para el cálculo de la tasa libre de riesgo, ha subido de forma destacable en las geografías analizadas a lo largo de 2022.
Durante el cuarto trimestre de 2022, se ha producido un incremento de los principales índices bursátiles analizados, mitigando la caída experimentada a lo largo del año. Este crecimiento durante el último trimestre (de doble dígito en el caso de España y Europa) se ha producido a pesar de que no viene acompañado de una bajada de las yields de los bonos gubernamentales ni una mejora significativa en las expectativas de beneficios esperados por las compañías. Por lo tanto, se observa que la subida de la renta variable viene derivada de una bajada del riesgo total exigido por los inversores, fruto de una bajada del Equity Risk Premium (“ERP”). Es decir, los inversores han disminuido su aversión al riesgo de invertir en renta variable sobre renta fija.
Esta bajada del ERP puede tener su origen en las mejoras de las expectativas de que se produzca el llamado “Soft landing scenario”, el cual asume un aterrizaje suave de la economía tras el cambio de política monetaria experimentada en 2022, evitando un escenario de desaceleración severa de la economía. El incremento de expectativas de este escenario se sustenta en la resiliencia de diferentes indicadores macroeconómicos y financieros publicados durante el último trimestre de 2022, como los relacionados con el mercado laboral, beneficios esperados por las compañías o los PMI de distintas geografías.
Además, en nuestro análisis se muestra una comparativa entre el riesgo total exigido por los inversores y del base borrowing rate en España a 31 de diciembre de 2022 con el riesgo total exigido a 30 de septiembre de 2022, con el fin de mostrar la evolución de los principales parámetros que forman el Coste del Equity y el Coste de la Deuda, respectivamente.
Por otro lado, se observa que la correlación inversa que existe entre la rentabilidad de los bonos estatales y la evolución de los índices bursátiles se ve afectada en épocas de movimientos acelerados en las políticas monetarias. El incremento explosivo de la inflación en las principales economías ha provocado un ritmo acelerado de políticas monetarias restrictivas, a través de subidas verticales de los tipos de interés por parte de los principales Bancos Centrales. Estas subidas de tipos de interés junto con las expectativas de nuevas subidas empujan al alza las yields de los bonos y las curvas de Euribor, entre otros factores.
Durante el Q4 2022, se aprecia que en España y Estados Unidos se ha producido un descenso significativo del diferencial existente entre la inflación y el Euribor, provocando que los tipos de interés real sean menos negativos. Esto pone de manifiesto las consecuencias de las políticas monetarias restrictivas. Por su parte, en Europa, aún no se ha observado este efecto.
En cuanto al desempeño bursátil de los diferentes sectores existentes en los índices analizados durante 2022, se observan dinámicas similares. Destaca la bajada significativa experimentada por sectores tradicionalmente más procíclicos como el consumo discrecional o sensibles a tipos de interés como el Real Estate. Por otro lado, a pesar de que se ha producido un descenso generalizado de la capitalización bursátil con respecto a inicio del año 2022, hay dos sectores que han evitado esta caída: (i) el sector de Energía y Utilities, el cual se ha visto beneficiado por la reducción de la oferta energética desencadenada por el conflicto de Rusia y Ucrania y (ii) el sector financiero, debido a que la subida generalizada de tipos de interés permitirá incrementar los márgenes financieros de los bancos.
Finalmente, las betas de los sectores más resilientes han experimentado ligeras bajadas durante 2022, derivado de la atracción de capital que generan dichos sectores en tiempos de incertidumbre en los mercados financieros. En contraposición, los sectores más volátiles han sufrido aumentos de la beta de forma generalizada.
No podemos predecir el futuro, pero el entendimiento del pasado puede ayudarnos en la toma de decisiones futuras. Para conocer con mayor detalle la evolución que han experimentado los principales parámetros financieros y macroeconómicos y entender la relación que existe entre ellos, entra en nuestra Presentación de Market Essentials.