La pandemia de COVID-19 provocó la migración hacia el comercio electrónico de un alto volumen de clientes que compraban en tiendas físicas. En un año, entre 2019 y 2020, el e-commerce en México creció 1.8 veces, hasta alcanzar un valor estimado de 11,000 millones de dólares y una penetración del 5%. Aunque nuestro país aún se encuentra en una etapa incipiente, observamos tendencias positivas para superar las barreras y fortalecer los impulsores complementarios tales como el acceso a los servicios financieros, la penetración de la tecnología y los teléfonos celulares, así como la inversión en infraestructura digital por parte de los proveedores.
Siguiendo la expansión de los países desarrollados, se prevé que el mercado de última milla en México crezca de forma paralela a la expansión del mercado del comercio electrónico minorista, que pasará de casi 400 millones de dólares en 2020 a cerca de 1,100 millones de dólares en 2025, multiplicando por 2.5 su valor. Existen grandes oportunidades en los mercados de compras en línea, ya que muchas compañías no tienen una estrategia digital y tienen limitaciones para implementar servicios de entrega de última milla. Además, este tipo de empresas suelen estar saturadas y no tienen la capacidad instalada para atender la demanda, lo que se traduce en mayores tiempos de entrega y clientes insatisfechos. Si las ventas en línea van a aumentar dos dígitos en los próximos años —como se espera—, la capacidad de entrega y los niveles de servicio se verán comprometidos de forma significativa.
Consideramos que este es un momento propicio para entrar en la industria de última milla en México y en este artículo exploraremos nuestras perspectivas sobre esta oportunidad.
Una mirada al crecimiento del comercio electrónico y al futuro del servicio al cliente
Durante años, el comercio electrónico en México fue una promesa de crecimiento sustancial que no se materializó del todo; sin embargo, la pandemia y sus restricciones cambiaron esta situación ya que este canal creció de 6,900 millones de dólares en 2019 a 11,000 millones de dólares en 2020. Según Euromonitor, para las categorías minoristas1 el e-commerce tuvo una penetración del 5%2 en 2020 y se prevé que alcance el 9% en 2025. Las categorías más relevantes que impulsaron el crecimiento fueron las de ropa y calzado con 31%, electrónica con 28%, y comestibles con 15% del total de las ventas minoristas en línea.